Tras las gestiones realizadas desde la Coordinación de la Campaña, y como consecuencia del sentido de solidaridad, integración y compromiso de los Colegios, Ignacianos por Haití culmina el 2014 con un reporte positivo y prometedor para iniciar la segunda etapa en el 2015: 60 Colegios ignacianos en el continente incorporarán la campaña en su Calendario Escolar a partir del próximo año, para así seguir siendo partícipes de los pequeños-grandes logros en el mejoramiento de la calidad de vida de miles de niños y niñas en Haití.

Logros tan maravillosos como la implementación de lavamanos en la escuela comunitaria de Bas-Canaán, una de las 14 escuelas que hacen parte de Fe y Alegría (Foi et Joie) Haití, red que apoya la campaña desde el 2011. Jorge Vásquez, Director de la Oficina de Planificación y Desarrollo de Foi et Joie Haití, nos relata lo conmovedor y significativo de este evento:

“Hay momentos que llenan de gozo y que emocionan hasta las lágrimas. Ver a los niños y niñas de la escuela comunitaria de Bas-Canaán girar una llave y tener por primera vez la oportunidad de tener acceso a agua potable es algo que debemos celebrar y estar contentos, tanto por el enorme beneficio que tiene algo tan urgente y necesario, por las sonrisas de los niños y, quizás también, por cómo éste hito puede ayudarnos a reflexionar sobre la forma en que creemos es necesario pensar la cooperación, la solidaridad y la ayuda internacional (…) de eso se trata, de generar sinergias, de aportar a que la ayuda (cualquiera esta sea) se enmarque en un propósito y un fin…”

La campaña en su primera etapa financió el desarrollo de un proyecto que identificó y jerarquizó las necesidades de cada una de las escuelas, lo que desde entonces ha permitido la sinergia de los aportes de otras organizaciones.

Vásquez además hace una mención especial al esfuerzo incansable de los profesores y profesoras de Canáan, como fuente de inspiración para movilizarse. Lo que reconfirma, una vez más, la relevancia de apoyar el trabajo que desarrollan diariamente: “… si ellas (las profesoras) continúan teniendo fe en cada uno de los niños y niñas de la escuela, debemos acompañarles en el inmenso desafío de luchar por una educación pública, gratuita y de calidad para todos.“