Como todos los años, la familia ignaciana del Perú celebró la Fiesta de San Ignacio de Loyola, santo fundador de la Compañía de Jesús. La jornada comenzó por la mañana con un partido de fútbol entre sacerdotes y hermanos contra estudiantes jesuitas, y continuó al mediodía con la Oración de Acción de Gracias y el Almuerzo por el Día de San Ignacio, al cual asistió también un grupo de autoridades eclesiales y colaboradores laicos.

La Eucaristía por la Fiesta de San Ignacio de Loyola se celebró a las 7: 30 pm en la Iglesia San Pedro de Lima, presidida por el Cardenal Pedro Barreto SJ, Arzobispo Metropolitano de Huancayo y Primer Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. La celebración contó con la presencia del Señor Presidente Constitucional de la República, Ing. Martín Vizcarra Cornejo y su señora esposa, Maribel Díaz Cabello.

Concelebraron la Eucaristía el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima; Mons. Nicola Girasoli, Nuncio Apostólico del Papa Francisco; Mons. Miguel Cabrejos, Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana; el P. Provincial Juan Carlos Morante SJ; Mons. Prevost, Segundo Vicepresidente de la CEP y Obispo de Chiclayo; Monseñor Norberto Strotmann, Secretario General de la CEP y Obispo de Chosica; Monseñor Ángel Simón, Obispo de Chimbote; Monseñor Luis Bambarén SJ, Obispo Emérito de Chimbote; así como el Padre Enrique Rodríguez SJ, párroco de San Pedro y cerca de ochenta sacerdotes jesuitas, diocesanos y de otras instituciones religiosas.

Comenzada la Eucaristía, Mons. Nicola Girasoli dio lectura a una carta del Papa Francisco dirigida al nuevo cardenal peruano. Posteriormente, en su homilía, el Cardenal Barreto se refirió a su periodo escolar en el Colegio De la Inmaculada, su vinculación con la Parroquia de San Pedro, al igual que a temas de la Iglesia Católica y de la coyuntura nacional, como los últimos escándalos de corrupción:

“Ante este flagelo de la gran corrupción no podemos eximirnos, todos los peruanos y peruanas, de nuestra responsabilidad personal y social de construir la paz; de salvar a los inocentes que son nuestros niños y jóvenes, igual a los ancianos y a todos aquellos que se sienten `extraños´ en su propia tierra. No podemos lavarnos las manos, como Pilatos, y dejar que el poder del mal destruya los valores de la peruanidad: la libertad e independencia `por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende´.”

Como acción de gracias, el Superior Provincial de la Compañía de Jesús dirigió unas palabras a todos los asistentes, finalizando la Eucaristía y dando paso a los saludos protocolares, donde todos los asistentes presentaron sus respetos y muestras de afecto al Cardenal Barreto.

Descargar en PDF la Homilía completa de Cardenal Barreto

Ver álbum de fotos en Flickr