Hoy, martes 5 de febrero, día en que se cumplen 28 años del fallecimiento del P. Pedro Arrupe, comenzó oficialmente su proceso de beatificación y canonización, en el Aula della Conciliazione del Palacio Apostólico de Letrán (Roma). El acto estuvo presidido por el Cardenal Angelo De Donatis, Vicario de Roma, que calificó al jesuita de «auténtico hombre de Dios y de Iglesia».

Se comenzó con la invocación del Espíritu Santo y la presentación de los miembros del jurado del proceso:  el P. Slawomir Oder como delegado legal; el P. José Alonso, como promotor de Justicia, el notario adjunto Francesco Alegrini y el notario principal Marcello Terramani.

El P. Pascual Cebollada, Postulador de la Causa, pidió permiso para que se dé inicio al proceso de beatificación del P. Arrupe. La mesa presidencial pronunció el juramento: primero, Cardenal De Donatis, quien firmó el documento y, posteriormente, los demás miembros del jurado, así como el Postulador.
Prestado el juramento, el Cardenal estableció que las audiencias comiencen en la sede del tribunal y aprobó la lista de testigos, para proceder a pronunciar un breve discurso sobre la vida y las obras de santidad del aspirante a beato. «Con este acto se abre oficialmente la fase diocesana del proceso de beatificación del Siervo de Dios P. Pedro Arrupe», señaló De Donatis.

Tras el acto, el P. Sosa aseguró que «es un momento de una gran felicidad para toda la Compañía», debido a que «Arrupe es una figura inspiradora, el hombre del Vaticano II y de la Iglesia de Francisco». Para el postulador de la causa, P. Pascual Cebollada, «Arrupe tenía un alma misionera y fue enviado a Japón, donde asistió a la explosión de la bomba atómica en Hiroshima. Se dedicó a dar vida a los que no tienen vida. Era optimista y esperanzado, pero nunca ingenuo».

(Con información de Religión Digital)