En el marco de la celebración del Día del Campesino, el Centro de Asesoría Pastoral Universitaria (CAPU) de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), organizó una Eucaristía en quechua para honrar a toda la comunidad andina presente en la universidad.

La Eucaristía contó con la participación de jóvenes de la comunidad quechua-hablante que hace vida dentro de la universidad, y fue presidida por el P. Roosvelt Flores, director del Seminario Menor de Huancavelica “San Juan María Vianney”, acompañado por el P. Juan Bytton SJ, director del CAPU.

También estuvieron algunos miembros de la asociación “AQUECHUATE”, encargados de ayudar a todas las personas quechua-hablantes a su integración dentro de la universidad.

La realidad supera la idea

El P. Bytton se refirió a la realidad de Lima, a la que catalogó como “una ciudad cosmopolita” y destacó que “hemos pasado de una realidad limeña originaria a una pluriculturalidad” en donde debemos “encontrar a Dios en todas las realidades”.

También celebró la iniciativa del Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo, de dar prioridad al rescate de las raíces de la población: “tenemos fuertes raíces, lo que tenemos que hacer es encontrarlas, reconciliarnos de alguna manera con esas raíces, por eso siento muy vivo que sea una de las prioridades de Mons. Carlos”.

El director del CAPU hizo énfasis en que este tipo de actividades “no son nada nuevo” y que “simplemente se trata de volver a nuestras raíces, y que nos sintamos en casa, todos tenemos derecho a poder celebrar en nuestras lenguas madres, porque es ahí donde se hace a Dios, Dios tiene rostro andino, Dios tiene rostro amazónico, Dios tiene rostro local”.

La Iglesia está abierta para todos

Por su parte el Padre Roosvelt Flores se mostró contento por la iniciativa y celebró que todos puedan “sentirse incluidos, incluidos dentro de esta pastoral, incluidos en la mente de nuestros pastores, incluidos en esta evangelización”.

“No nos olvidemos de quienes conforman esta Lima, la gente viene cargada de sus raíces, cargada de sus costumbres, de todo su ser, y muchas veces cuando viene a Lima se siente ajeno, se siente incluso hasta postergado, entonces, esta apertura a mi me parece muy linda porque no le estas olvidando a ellos, no estás olvidando sus raíces, sus costumbres”, añadió Flores.

(Nota completa en la web del Arzobispado de Lima)