El 21 de mayo, el Papa Francisco ha reconocido las virtudes heroicas y declarado Venerable al jesuita alemán Wilhelm Eberschweiler SJ. Nacido en 1837 en Püttlingen (Saar, Alemania), ingresó al Noviciado de la Compañía de Jesús en 1858, fue ordenado sacerdote en 1868 y en 1872 pronunció sus Últimos Votos. Otros tres hermanos suyos fueron también jesuitas.

Fue maestro de novicios y rector del Juniorado tanto en Prusia como en los Países Bajos y en Inglaterra, lugares a donde la Compañía tuvo que marchar al exilio tras ser expulsada de tierras germánicas. Contribuyó así durante casi 50 años al acompañamiento espiritual y la formación de cientos de jóvenes laicos, religiosos, jesuitas y candidatos al sacerdocio, siendo al mismo tiempo para ellos un extraordinario ejemplo. Fue considerado un «apóstol del gozoso amor de Dios», que él experimentaba en la vida diaria. Algunos escritos suyos conservados muestran su intensa unión con Dios.

Murió en Exaten (Holanda) en 1921. En 1958 se trasladaron sus restos a Tréveris (Alemania), donde se encuentran en la llamada «Iglesia de los Jesuitas», en el actual Seminario Mayor de la diócesis. Allí se le sigue teniendo una gran devoción.

(Con información de la Curia de los jesuitas en Roma)