La XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo comenzó este miércoles 3 de octubre en el Vaticano con una Eucaristía presidida por el Papa Francisco. El Sínodo enfocado en los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional se celebra hasta el 28 de octubre con la participación de 267 obispos del mundo. Participan también dos jesuitas peruanos: el P. Juan Bytton SJ como Auditor, y el P. Pablo Mora SJ como Oficial de la Secretaría General.

Ante alrededor de 300 funcionarios eclesiásticos, expertos externos y jóvenes delegados, el Papa hizo eco de una visión de cambios, a partir de la inclusión de todos los jóvenes, para evitar que se alejen de la religión católica. “Una Iglesia que no escucha se muestra cerrada a la novedad, a las sorpresas de Dios, y no podrá resultar creíble, en particular a los jóvenes, que inevitablemente se alejarán. Salgamos de prejuicios y estereotipos”, aseguró el Sumo Pontífice.

Francisco también criticó lo que él definió como una visión de superioridad de algunos sacerdotes y obispos, como si se tratara de una élite que ejerce el poder, algo que calificó de «la raíz de muchos males en la Iglesia». En cambio, dijo, deben ser humildes y ofrecer «servicio libre y generoso» a los fieles.

En el centro del debate del Sínodo estará un texto base, el «Instrumentum laboris», elaborado en los últimos meses mediante informes y cuestionarios, en el que se enumeran los principales problemas o inquietudes de la juventud contemporánea.

Otro punto importante del Sínodo es la participación, por primera vez, de dos obispos chinos. Durante la ceremonia, el Papa se conmovió y se le quebró la voz al anunciar su presencia. Este hecho inédito ocurre tras la reciente firma del acuerdo entre El Vaticano y Beijing, para reconstruir sus relaciones, interrumpidas desde 1951, y con el que pactaron el nombramiento de obispos en el país asiático.