El lunes 4 de octubre se inició el retorno seguro, flexible, gradual y voluntario a la presencialidad en el Colegio de la Inmaculada (CI). Siguiendo los protocolos de bioseguridad y cuidando cada detalle con mucha responsabilidad, los alumnos fueron recibidos por sus docentes.

Por el momento, el desarrollo de las actividades escolares estará dedicado al refuerzo del aspecto socioemocional a través de un programa que busca seguir desarrollando habilidades blandas y facilitar a los estudiantes, un retorno paulatino y exitoso a las clases presenciales.

A través de un artículo de la Revista Cosas, la Subdirectora Académica Dora Revolledo asegura que “nada está por encima de la vida” y remarca que el cuidado integral de la persona es uno de los principios fundamentales de la educación jesuita.

Para ella, es evidente que la educación remota y el uso de la tecnología para el aprendizaje durante la época más cruda de la pandemia generada por la Covid-19, permitió que los niños, niñas y adolescentes continúen logrando aprendizajes de calidad, acompañados por sus docentes y padres, pero también destaca que la presencialidad asegura experiencias de encuentro real con los demás.

Es partiendo de esa certeza que el CI lanza el Programa Presencial de actividades de Desarrollo Socioemocional a través del cual, en el lapso de nueve semanas, recibirá a los alumnos en el local del colegio, dedicando cada día a un grupo diferente y, a su vez, dividiendo a los estudiantes en dos grandes burbujas sanitarias, una de ellas para los menores de primer a tercer grado de primaria y la segunda desde cuarto grado en adelante. Todas las actividades se llevarán a cabo al aire libre.

Por el momento, no se ofrecerán cursos académicos presenciales, sino se reforzará el aspecto socioemocional de los estudiantes, reconectándose con sus compañeros, sus maestros y con la realidad en la que se desenvuelven y que regirá sus costumbres en los próximos meses, a través de dinámicas que van desde lo lúdico hasta lo espiritual. Es por ello que este programa será complementario al desarrollo curricular en el CI Virtual.

Para Cecilia Corzo, Subdirectora de Formación, es claro que se lidia con un momento complejo y especial, que requiere ser atendido. “Es necesario que los estudiantes expresen todo lo que han experimentado en este proceso, que compartan lo que sienten y que lo hagan en persona, presencialmente, con sus compañeros y profesores”.

Uno de los principales objetivos de la institución a través de este programa, es trabajar para adecuarse a las nuevas normas de convivencia y que los estudiantes sean conscientes de sus emociones y de su propia capacidad de adaptación y resiliencia. “Los chicos manejan mejor que cualquiera los protocolos de higiene y eso nos genera confianza para poner en marcha este programa”, señala la Sra. Corzo.

El programa no es obligatorio y aunque más del 80% de las familias del Colegio han decidido formar parte, es comprensible que todavía exista incertidumbre, sobre todo teniendo en cuenta que cada estudiante y cada familia, asimila la coyuntura de manera diferente. Es por ello que el Programa contempla que aquellos alumnos que todavía permanezcan en sus casas, vivan las mismas experiencias adaptadas a la educación remota, buscando que tengan las mismas oportunidades que aquellos que asistan al colegio.

“Sabemos que nuestros estudiantes son diversos, tienen distintas formas y ritmos para adaptarse. El desarrollo de las habilidades socioemocionales en nuestros estudiantes, así como brindarles un ambiente flexible y acogedor, les permitirán adaptarse con mayor facilidad”, apunta Sonia Villarán, quien tiene a cargo la coordinación del Departamento de Atención a la Diversidad e Inclusión Educativa.

De esta manera, el Colegio de la Inmaculada inicia el complejo camino hacia el retorno a la presencialidad, sin forzar los procesos y sometiéndose al estricto cumplimiento de los estándares de bioseguridad, con el apoyo de sus docentes, acatando las disposiciones del Ministerio de Educación y teniendo como eje esencial el cuidado y bienestar de los estudiantes.

(Con información del Colegio de la Inmaculada y la Revista Cosas)