Los días 23 y 24 de setiembre, el P. Provincial Víctor Hugo Miranda SJ participó del encuentro por los 55 años de la Conferencia de Religiosas y Religiosos del Perú (CONFER Perú), celebrado en su local de Pueblo Libre, en Lima.
En este encuentro nacional participaron más de 150 religiosas y religiosos que se reunieron para agradecer el camino recorrido y abrazar el futuro esperanzador de la CONFER, así como para reflexionar sobre la realidad del país, la búsqueda de la ciudadanía plena y el bien común, la Iglesia y la vida religiosa.
La Misa final fue presidida por el Nuncio Apostólico del Papa en el Perú, Mons. Paolo Rocco, y concelebrada por el P. Víctor Hugo, actual presidente de la Junta Directiva de la CONFER, y otros religiosos presentes.
Ser centinelas de esperanza
Como parte del programa del segundo día, el P. Víctor Hugo abordó el tema de la itinerancia sinodal con la conferencia “Centinelas de esperanza: ¿Qué ves en la noche, dinos centinela?”.
Para poder reflexionar sobre la sinodalidad, el P. Provincial utilizó el concepto de “ruptura instauradora” establecido por el jesuita francés, Michel de Certeau, quien dedicó su reflexión a la pregunta sobre cómo es posible hacer dialogar la experiencia de la fe con la cultura contemporánea.
Según De Certeau, en la historia del cristianismo siempre se han dado momentos de “ruptura instauradora”, es decir, momentos de quiebre que han implicado una apertura a algo nuevo, siempre en vínculo con el origen, que en el caso del cristianismo es Jesucristo.
A partir del salmo 130 y el símbolo escatológico del “centinela de la esperanza”, el P. Víctor Hugo invitó a ver que la Iglesia se pone en un camino esperanzador y de “ruptura instauradora” con el proceso sinodal. “Algo se está quebrando, se empieza a hablar un nuevo lenguaje, se utiliza un método no usado anteriormente, se tocan nuevos temas”, señaló. En ese sentido, animó a los presentes a confiar en el proceso eclesial y a preguntarse qué exige la sinodalidad de ellos como vida religiosa, cómo la ponen en práctica a nivel personal, a nivel comunitario y a nivel congregacional. “Estamos en un camino doble, no solo qué hace el Sínodo, sino qué hacemos nosotros para hacer la vida en la Iglesia más sinodal”, afirmó.