La Arquidiócesis del Cusco declaró el Santuario de la Virgen Purificada de Canincunca y el Santuario del Señor de Qoyllurit’i como templos jubilares en la Decanatura de Quispicanchi. De esta manera, serán destinos de peregrinación donde todos los feligreses podrán recibir la indulgencia plenaria en el marco del Año Jubilar 2025, convocado por el Santo Padre bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”.
La apertura de la Puerta Santa en Canincunca se realizó el viernes 21 de marzo, presidida por Mons. Richard Alarcón. Concelebraron el P. Eduardo Vizcarra SJ, decano de la Decanatura de Quispicanchi, el P. Carlos Quintana SJ, párroco de la Parroquia San Juan Bautista de Huaro, y el P. Enrique Loyola SJ, párroco de la Parroquia Santiago Apóstol de Urcos.
Ubicada en el distrito de Huaro, la Capilla Virgen Purificada de Canincunca forma parte de la Ruta del Barroco Andino, que promueve la Compañía de Jesús desde la Asociación SEMPA. Conocida por sus murales que reflejan el sincretismo entre las tradiciones europeas y andinas, este santuario actualmente es beneficiado por un proyecto que busca su preservación, conservación y puesta en valor, y que es financiado por la Embajada de Estados Unidos.



La apertura de la Puerta Santa del Santuario de Qoyllurit’i se realizó el domingo 23, presidida también por Mons. Alarcón, acompañado por el P. Enrique Loyola en su calidad de capellán del Santuario, y por los PP. Vizcarra y Tejeda. Participaron las ocho naciones peregrinas que conforman la Hermandad del Señor de Qoyllurit’i, así como jóvenes que integran la red ESEJOVEN en Cusco-Quispicanchi.
En ambas ceremonias, que fueron precedidas por una peregrinación con la Cruz Jubilar, Mons. Richard Alarcón recordó que el Año Jubilar, celebrado cada 25 años en la Iglesia católica, es una oportunidad para purificar el alma y renovar la fe. En ese sentido, invitó a los feligreses a no perder la esperanza, a compartir la gracia de la vida y a promover la paz, la justicia, la verdad y la libertad.
(Con fotos del Arzobispado del Cusco)