A raíz de la muerte del Papa Francisco el 21 de abril de 2025, lunes de Pascua, Roma se ha llenado de peregrinos venidos de cerca y de lejos, para dar su último adiós al Papa Francisco, quien ejerció como sucesor de San Pedro durante casi 13 años. Su muerte ha dejado un vacío en los corazones de millones de personas de todo el mundo, que encontraron en él un guía y una fuente de inspiración.

La Compañía de Jesús, en particular, se ha visto profundamente conmovida por el fallecimiento del Papa Francisco, el primer Papa jesuita. En un sentido discurso, el Padre General Arturo Sosa SJ rindió homenaje al jesuita argentino, reflexionando sobre su vida, su ministerio petrino y su legado, durante una rueda de prensa organizada el 24 de abril de 2025 en el Aula de las Congregaciones de la Curia General de la Compañía de Jesús. El mensaje del Padre Sosa fue sencillo y directo: compartir el profundo aprecio de la Compañía por el liderazgo espiritual y la voz profética de Jorge Mario Bergoglio, conocido en el mundo entero como el Papa Francisco.

Al honrar al Papa Francisco, el Padre General destacó su carácter de “hombre de Dios” cuyo “acercamiento a las personas y a la situación de cada contexto en el que vivió sólo se capta en su profundidad desde el reconocimiento de su experiencia espiritual”. Este aspecto fundamental de la vida de Francisco dio forma a su misión pastoral y a su valiente compromiso con el mundo.

El Padre General añadió que, desde la más temprana decisión del Papa Francisco de seguir a Cristo, se comprometió con una vida arraigada en el discernimiento, la oración y una profunda motivación para “poner en práctica la voluntad de Dios”, para “contribuir a la transformación de la humanidad y hacer de este mundo un hogar digno para todos los seres humanos”.

Entre los muchos legados importantes que deja el Papa Francisco, el P. Sosa destacó que puso en práctica el sueño de una vida digna para todos, impulsó una casa común en la que todos podamos vivir como hermanos y hermanas, y sostuvo las diferencias culturales como oportunidades para enriquecernos mutuamente.

Ahora que la Iglesia se enfrenta a la inevitable pregunta de qué vendrá después del período de la sede vacante, el P. Sosa ofreció una respuesta mesurada y llena de fe. “El cónclave se reúne para elegir al sucesor de Pedro, no al sucesor de Francisco”, afirmó, subrayando que es el Espíritu Santo quien guía a la Iglesia en esta transición. El cónclave para elegir al próximo Papa está previsto que comience en las próximas semanas, cuando los cardenales electores se preparen para escoger a un nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia católica.

Subrayó que “la Compañía de Jesús nació para servir a la misión de la Iglesia bajo la dirección directa del Papa”. Fiel a esta misión, se hizo eco de la tradición jesuita de obediencia y servicio. Afirmó: “Tan pronto como el nuevo Papa sea elegido, nos pondremos a su disposición, como hemos hecho durante más de 450 años.”

Más tarde, ese mismo día, se celebró una Misa de acción de gracias por la vida del Papa Francisco en la Iglesia del Gesù de Roma. Jesuitas, colaboradores y amigos, se reunieron en torno a la Eucaristía para rezar por Francisco, no solo como Papa o jesuita, sino como compañero de peregrinación que permitió que la misericordia de Dios modelara su vida.

(Con información de Jesuits Global