Niñas estudiantes de Fe y Alegría en cuatro países de Latinoamérica (Nicaragua, El Salvador, Perú y Honduras) son las protagonistas de la campaña “Nuestra luz brilla”, que forma parte de la iniciativa global de «La Luz de las Niñas», liderada por la ONG jesuita Entreculturas con la participación activa de la Federación Internacional de Fe y Alegría.

“Nuestra luz brilla” es el mensaje central que pretende dar voz a las niñas para que «brille su luz hacia su derecho a la educación». El propósito es visibilizar la desigualdad que sufren las niñas, protegerlas frente a las violencias, así como favorecer procesos de de-construcción de las mismas desde el empoderamiento de las niñas y adolescentes de los cuatro países donde se desarrolla la campaña.

Un grupo de niñas de cada país involucrado serán las protagonistas de esta campaña, quienes obtendrán herramientas necesarias para su empoderamiento a través de estrategias formativas y pedagógicas en un proceso sostenido de un año (2020-2021). Representando a Fe y Alegría Perú participarán doce niñas estudiantes de 5to y 6to de primaria de las instituciones educativas Fe y Alegría 63 (Trujillo) y Fe y Alegría 66 (Huancayo).

Esta iniciativa se lanza con motivo del Día Internacional de la Mujer. Por ello, las niñas presentaron la campaña en un Webinar que se transmitió en la página de Facebook de la Federación Internacional de Fe y Alegría.

En el evento se presentó un vídeo-podcast con los resultados del diagnóstico realizado a las niñas de estos cuatro países. Este diagnóstico, titulado “Somos niñas y adolescentes valiosas, con dignidad y derechos”, recoge percepciones y testimonios de las niñas sobre el entorno de violencia y maltrato en el que crecen, así como sus propuestas para ejercer sus derechos y construir su identidad, reafirmando el valor y poder de las palabras “niña” y “mujer”.

Esta campaña se desarrollará sostenidamente durante un año con el objetivo de aportar a la transición de un modelo igualitario de sociedad, donde las personas, organizaciones, escuelas y comunidades tienen el deber de romper el silencio ante las distintas formas de violencia que sufren las niñas.

(Con información de Fe y Alegría del Perú)