El 15 de julio, Analí Briceño asumió la coordinación nacional de Encuentros Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), red promovida por los Jesuitas del Perú que brinda asistencia y protección a personas migrantes y refugiadas en situación vulnerable. Reemplaza en el cargo al Sr. César Ruiz, a quien agradecemos por la labor brindada al frente de esta institución.

Analí es de Tacna, cursó estudios de la carrera de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann (Tacna). A lo largo de su experiencia laboral ha desempeñado cargos en diversas obras jesuitas y se ha involucrado en temas de movilidad humana, migración y refugio.

Los invitamos a conocer a la nueva coordinadora de Encuentros SJM a través de la siguiente entrevista.  

¿Cómo se interesó en temas de migración y refugio?

Cuando salí de la universidad seguí varios cursos y especializaciones en temas diversos del Derecho como Propiedad Intelectual y Conciliación Extrajudicial. Sin embargo, fue a partir de mi primera experiencia laboral, en la oficina del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) en Tacna, oficina que ayudé a fundar, que inicié mi especialización en temas de Migración, Refugio, Derechos Humanos y Cooperación.

La Compañía de Jesús apostó por formarme para poder tener a una persona que acompañara a esta población. En el 2015, con una beca de los jesuitas, tuve la oportunidad de viajar a España para realizar mis estudios de maestría en Cooperación Internacional al Desarrollo por la Universidad Pontificia de Comillas. A partir de ahí volví a la oficina del SJM en Tacna, para continuar apoyando en su expansión y fortalecimiento.

¿Qué cargos ha desempeñado previamente?

En el 2017 asumí un reto en Lima, fundando y coordinando la primera Clínica Jurídica para Migrantes y Refugiados en Perú, la Clínica Pedro Arrupe SJ. A raíz del trabajo en la Clínica empecé a tener espacios como profesora en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y en otros espacios de capacitación y formación a funcionarios públicos y privados, así como a organizaciones de la sociedad civil.

En este último año, he asumido la Coordinación Nacional de Encuentros SJM, obra social que se encuentra en 5 regiones del país y que cuenta con más de 100 trabajadores. Esta organización incluye la plataforma virtual Ven Informado, la Clínica Jurídica Pedro Arrupe SJ, así como 8 proyectos con cooperantes internacionales y organizaciones del sistema de las Naciones Unidas. También realizamos un fuerte trabajo de incidencia con otras organizaciones de la sociedad civil.

¿Cómo se siente al asumir la coordinación nacional de Encuentros SJM?

Es un sentimiento de gran alegría y mucho compromiso. Soy consciente de que es una enorme responsabilidad liderar una obra con estas características. No solo se trata de ejecutar proyectos, sino de acompañar a personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, en un país nuevo, en un contexto social, político y económico que no favorece la integración de las personas migrantes y refugiadas. Sin embargo, confío enormemente en el equipo humano que conforma la organización. Desde los trabajadores sociales, abogados, psicólogos, comunicadores, hasta los voluntarios, demuestran día a día un gran compromiso y realizan una gran labor, que me motiva a realizar mi mejor esfuerzo y tarea.

Comenzado mi labor como coordinadora nacional espero transmitir el mensaje a los colaboradores de nuestra organización, haciendo ver que la labor que realizamos es parte de una misión mayor, la misión de la Compañía de Jesús de acompañar a las personas excluidas, según las Preferencias Apostólicas Universales.

Mi mayor expectativa es que el trabajo que realizamos en beneficio de las personas migrantes y refugiadas llegue de manera más contundente, y que sea el apoyo para sus procesos de integración en nuestro país, brindándoles esperanza, reivindicando sus derechos y haciendo del Perú un lugar más justo y solidario.

¿Cuáles serán sus principales funciones como coordinadora nacional?

Entre las principales actividades están acompañar a los colaboradores de la obra. Con el apoyo de las coordinaciones de terreno de las 5 oficinas, los responsables de los proyectos, las especialistas y el equipo de soporte de Encuentros SJM, debemos dar herramientas, guía y las pautas para continuar con el servicio a las personas migrantes y refugiadas. Además, tengo una responsabilidad para dar cuenta a los cooperantes que confían en nuestro trabajo y brindan recursos para seguir con nuestra operación.

También tengo la misión de contribuir a fomentar la discusión sobre el fenómeno migratorio en nuestro país desde un enfoque de derechos y de justicia. Desde nuestra experiencia, la labor de acompañar, servir y defender a la población de interés no puede ser asumida únicamente por organizaciones sociales o de Iglesia, sino que también debe ser realizada por la comunidad de acogida, desde las autoridades hasta la ciudadanía en general. Para ello las labores de incidencia y abogacía son cruciales y serán una de nuestras prioridades como institución.

¿Qué aprendizajes o lecciones se lleva de su tiempo en la Clínica Jurídica?

La Clínica Jurídica para Migrantes y Refugiados Pedro Arrupe SJ, me ha dejado muchas lecciones y reflexiones importantes, tanto a nivel profesional como personales.

En principio que mientras sumas esfuerzos puedes llegar más lejos. La Clínica es una propuesta que nace desde la Escuela de Derecho de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya con Encuentros SJM. Ambas organizaciones vieron una necesidad y decidieron unirse para proponer una alternativa nueva para dar respuesta a un fenómeno poco conocido y trabajado en el Perú.

Un segundo aprendizaje es que, ante nuevas realidades como es la necesidad de acceso a justicia de personas migrantes y refugiadas, es necesario tener imaginación y aventurarse con propuestas que contribuyan. Mientras se tenga la iniciativa de colaborar todas las ideas e iniciativas cuentan.

La última lección que procuro compartir es que la migración no debe ser vista como algo ajeno ni menos como un problema. Se trata de personas, historias, familias y, por ello, debemos de atenderlo de manera prioritaria.

En esta realidad de (post)pandemia y crisis política/social, ¿cuáles considera que son los principales desafíos o retos para la red Encuentros SJM?

Acompañar y defender a personas migrantes y refugiadas es un reto en casi todos los países y ante cualquier contexto. Por ello, en este momento que nuestro país atraviesa una crisis política/social esto se agudiza.

Lamentablemente, estamos presenciando un cambio en la respuesta estatal de una política de apertura a las personas venezolanas que llegaron a nuestro país huyendo de una crisis insostenible a una respuesta a nivel político y social de restricción, temor y populismo.

¿Qué opina de que actualmente cada vez más mujeres asuman cargos de dirección y/o coordinación en obras de la Compañía?

Es una apuesta importante de la Compañía, que debe visibilizarse y ser reconocida. Es sabido que el rol de las mujeres en puestos de decisión y dirección es limitado, por tener que compartir su tiempo con responsabilidades como la maternidad, el cuidado y las labores del hogar, o por pensar que tienen capacidades menores en temas de liderazgo. Felizmente la Compañía ha visto que, para hablar de justicia y equidad, como lo hace con sus obras, se debe predicar con el ejemplo. Más mujeres en puestos de decisión y coordinación es una buena señal. Confío en que la Compañía seguirá trabajando para lograr la paridad en sus obras, contribuyendo a cerrar brechas en nuestro país que, como sabemos, tiene una deuda histórica con las mujeres a consecuencia de una cultura machista.