El pasado 14 de enero se llevó a cabo la Eucaristía de toma de posesión del nuevo Provincial de la Compañía de Jesús en Ecuador, P. Daniel de Ycaza SJ.  La misa fue presidida por el P. Gustavo Calderón SJ, contó con la presencia del Arzobispo de Quito, Monseñor Alfredo Espinoza, y concelebraron 15 presbíteros adicionales.

En la celebración se vivieron dos momentos de mucho significado: el primero, un hondo agradecimiento a Dios por el Padre Gustavo Calderón, cuya vida compartida como Provincial en el periodo 2017 – 2023, ha sido un ejercicio de entrega y servicio testimonial a los demás. Y el segundo, la posesión del nuevo Provincial, el Padre Daniel de Ycaza, para quién pedimos al Señor fortaleza y sabiduría en la conducción de la misión a él confiada.

El Padre Provincial tiene la exigente tarea de animar y llevar adelante la misión de la Compañía de Jesús, que hoy por hoy se traduce en la promoción de la fe, la justicia y la reconciliación. Se trata de una misión que, además, se gesta en la vida comunitaria que cohesiona y vitaliza a todo el cuerpo apostólico, conformado por laicos y laicas, jesuitas, sacerdotes, religiosos y religiosas.

Durante la homilía el P. Daniel de Ycaza SJ enfatizó la importancia del Cuerpo Apostólico:
“…somos llamados a formar el Cuerpo de Cristo desde los diversos roles y carismas que tenemos, como nos recordaba San Pablo en la primera lectura. Ignacianamente hablando estamos convocados a formar un “Cuerpo Apostólico” donde todos somos compañeros y compañeras de la misión de Dios, y más, donde todos podemos llegar a ser amigos y amigas en el Señor…” De igual manera dio a conocer la propuesta central del nuevo Plan Apostólico Provincial.

El P. Gustavo Calderón SJ compartí un mensaje en el que agradeció el apoyo recibido “seis años de un camino recorrido. De muchos rostros, experiencias, retos, reuniones, escucha atenta, errores, tensiones, incertidumbres, abrazos, gratitud, encuentros con Dios en el silencio, en el corazón, en disponer el alma, en poner a las personas y a la misión cada día para recibir luz, para discernir, para comprender. Caminar para rezar, para ofrecer, caminar para pensar, caminar para mirar la vida, para escogerla. Caminar en la playa, caminar entre montañas, caminar entre edificios. Caminar. Orar”

( Con información de Jesuitas Ecuador