Del 25 al 30 de mayo, el P. General Arturo Sosa SJ visita la provincia húngara de la Compañía de Jesús.
En el primer día de su visita, el P. Sosa se reunió con jóvenes entre 17 y 30 años que están en búsqueda de su vocación. En el diálogo, el Padre General habló sobre el discernimiento de la vocación, la naturaleza específica de la llamada jesuita y los temores que a menudo acompañan este camino. El P. Sosa destacó la importancia de la oración y la reflexión para discernir la vocación, y aseguró que es normal experimentar dudas e incertidumbres a lo largo del camino.
Posteriormente se celebró una Eucaristía en la que el Padre General reflexionó sobre la fe, y cómo esta no ofrece soluciones prefabricadas, ni iguales para todos aquellos que buscan respuestas sobre cómo planificar y vivir su vida. En cambio, ofrece sugerencias sobre cómo entender la vida para vivirla de manera significativa y plena, dejando que cada persona descubra lo que es mejor para ella.
En ese sentido, destacó cuatro sugerencias. La primera es que hay un Dios que nos llama a la existencia, a la vida, porque nos ama. Por lo tanto, la vida proviene de una llamada. La vida es una vocación. La segunda es que debemos esforzarnos sobre todo por amar, y amar significa escuchar y responder, responder activamente y tomar decisiones. La tercera sugerencia, importante para vivir bien nuestra vida, proviene de la promesa de Jesús. “El Espíritu Santo os enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho”, subrayó el Padre General. La cuarta sugerencia es que Dios confirma nuestra elección de vocación con un don muy claro: «nos deja su paz».
“No estamos solos en la configuración de la vocación que es nuestra vida. No estamos solos cuando escuchamos lo que Dios nos dice a través del Espíritu Santo. Sí, estas serán las palabras de Jesús, en quien Dios nos eligió antes de la creación del mundo. Serán las palabras que Jesús dirigió a sus discípulos cuando estaba con ellos en la tierra. Pero nos serán dirigidas a nosotros, en este tiempo y en este contexto en el que vivimos. Por eso San Ignacio nos dice que busquemos a Dios en todo: en el mundo que nos rodea, en los acontecimientos de los que somos testigos, y en nuestro corazón que reacciona y anhela, para que podamos escuchar las palabras que nos llaman a una vida concreta aquí y ahora”, mencionó el Padre General en su homilía.
Después de la misa, a la que asistieron principalmente estudiantes universitarios y jóvenes adultos, tuvo lugar un debate informal en el salón parroquial con entre 50 y 80 jóvenes. Ellos tuvieron la oportunidad de hacer preguntas al Padre General. Entre otras cosas, los jóvenes le preguntaron cómo es su vida cotidiana y qué haría si tuviera una tarde libre. La conversación también versó sobre cómo se puede reconocer la vocación, cuál es la esencia de la vocación jesuita, a qué retos se enfrentan los jesuitas hoy en día y qué dificultades conlleva la vocación jesuita.


(Con información de Jesuits Global)