Cada año, los delegados de comunicación de las seis Conferencias de la Compañía de Jesús se reúnen durante una semana para reflexionar sobre su misión, explorar nuevas fronteras en la comunicación y fortalecer su visión colectiva para avanzar en esta importante labor de la Compañía. Siguiendo la tradición anual, los delegados se reunieron en Roma del 17 al 20 de junio.
La semana comenzó con una reflexión en forma de oración, que permitió a los delegados evaluar su papel durante el último año desde un punto de vista tanto personal como institucional. Las sesiones durante la semana abordaron el papel de la comunicación en la promoción de las vocaciones, las aplicaciones prácticas del uso de la inteligencia artificial (IA), la formación de los colaboradores en la misión, la misión de la Red Mundial de Oración del Papa, el Servicio Jesuita a Refugiados, y la promoción de la misión de comunicar la esperanza durante el Año Jubilar 2025.

Durante la sesión sobre la promoción de las vocaciones, el P. Mark Ravizza SJ ofreció a los delegados de comunicación una visión general del número de jesuitas en la Compañía y de la importancia de “enviar obreros a la viña”. Subrayó que la labor de promoción de las vocaciones forma parte de “nuestra manera de proceder” y es una parte sustantiva de la vida-misión de todo jesuita, así como de todos aquellos con quienes colaboramos en la misión. En este sentido, todos estamos llamados a reavivar una cultura de promoción vocacional, en particular aquellos que participan en la misión de la comunicación. Planteó tres preguntas para orientar el trabajo de los delegados: ¿Cómo queremos estar presentes en el mundo digital actual? ¿Qué imágenes transmiten nuestra vocación jesuita e ignaciana? ¿Dónde está nuestra esperanza más profunda, y cómo pueden los departamentos de comunicación ayudar a promoverla?
Una sesión especial con el Padre General Arturo Sosa SJ, celebrada el último día de la reunión, brindó la oportunidad de formular preguntas, dialogar y compartir conocimientos, reforzando la visión y los retos que se plantean para la comunicación global dentro de la Compañía. El P. Sosa subrayó la importancia de crecer en la profundidad de nuestra comunicación con miras a alimentar una visión universal. Invitó a los delegados a trabajar también para pasar de la multiculturalidad a la interculturalidad en su comunicación, teniendo en cuenta también el carácter multigeneracional de la Compañía. Subrayó que una comunicación de calidad es vital para la dimensión sinodal de la Iglesia.
El Padre General también invitó a las oficinas de comunicación a promover la colaboración y el trabajo en red entre los ministerios y sectores, trascendiendo incluso las fronteras Regionales, Provinciales y de las Conferencias. Anunció que ha creado una Comisión sobre redes sociales e inteligencia artificial cuya tarea es discernir el uso adecuado de estos instrumentos en rápida evolución y de las tecnologías inteligentes en el cumplimiento de nuestra vida-misión, de acuerdo con la manera de proceder de nuestro instituto.

Aunque todos los eventos de la reunión de cuatro días fueron muy enriquecedores, hubo un momento que destacó por encima del resto: la participación en la audiencia general con el Papa León XIV en la Plaza San Pedro, en el Vaticano. El mensaje del Papa resonó profundamente, animando a todos a continuar sus esfuerzos por acercar la fe al pueblo de Dios, una misión a la que pueden contribuir los comunicadores.
Los delegados también aprovecharon la oportunidad que les brindó la reunión en Roma para emprender una peregrinación a través de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Atravesar la Puerta Santa, una de las prácticas espirituales de los peregrinos a lo largo de este Año Santo, es un momento de renovación espiritual; es también un acto físico que significa pasar de un estado a otro, abrazando la transformación, la gracia y la esperanza cristiana que este Año Jubilar nos invita a acoger.
Al partir de Roma al final de la reunión, los delegados de comunicación tienen clara la tarea que les espera: utilizar la comunicación no como una mera herramienta, sino como una fuerza de conexión, promoción vocacional, formación y evangelización. Esta idea inspirará el próximo artículo, podcast, vídeo, publicación en redes sociales o documental, llevando consigo la esperanza de que el mensaje de la fe llegue al corazón de quienes más lo necesitan. Como recordó a los participantes Mons. Lucio Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, durante su presentación sobre la comunicación de la esperanza: “cuando hay esperanza en nuestras palabras, hay espacio para que Dios llegue a los demás”.

(Con información de Jesuits Global)