A través de su Plan Apostólico Provincial 2022-2029, la Compañía de Jesús en el Perú busca brindar un mejor servicio al país desde la base de cinco prioridades. La primera de ellas, “Educación para una cultura del encuentro”, busca promover la interculturalidad y la formación de liderazgos orientados a la reconciliación.
Con el objetivo de profundizar en esta prioridad y generar incidencia entre colaboradores de instituciones educativas, el Consorcio Ignaciano de Educación del Perú (CONSIGNA) realizó el seminario «Cultura del encuentro y la esperanza».
Este evento, desarrollado el miércoles 22 de mayo en la Universidad del Pacifico, contó con la colaboración del Instituto Universitario del Agua y el Saneamiento, y la participación académica de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) y el Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro (IDGCE).
La jornada se dividió en dos mesas de diálogo. La primera, titulada “Sinodalidad, conversación espiritual y esperanza para una cultura del encuentro”, contó con la participación del Cardenal Pedro Barreto SJ, Presidente de la CEAMA, y de Marcelo Figueroa, Director del Programa Internacional de la Esperanza del IDGCE.
Durante su intervención, Mons. Barreto recordó que el Papa Francisco ha ayudado a la Iglesia a ponerse en camino. La sinodalidad es la expresión visible de esta búsqueda de caminar juntos al encuentro de Dios, buscando siempre hacer el bien.
El obispo emérito de Huancayo compartió también la experiencia de la Conversación en el Espíritu, un método de reflexión y discernimiento que requiere “ponerse en la actitud humilde de mirar a Jesús”. Un ejercicio que invita a pensar primero en cada uno a través de una preparación personal, para luego escuchar a los demás y finalmente todos juntos construir un nosotros que nos lleva a “preguntarnos a qué nos llama el Señor”.
Por su parte, Marcelo Figueroa enfatizó la importancia de pensar en el tema ecológico y el cuidado de la casa común, entendiendo la esperanza como aquello que nos llama a esperar con la confianza en que “no defraudaremos a la creación”.
La segunda mesa, titulada “Pedagogía de la cultura del encuentro para para el cuidado de la casa común”, estuvo a cargo de Luis Liberman, Rector del Instituto Universitario del Agua y del Saneamiento; Mons. Miguel Ángel Cadenas, Obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos y Presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM); y Milagros Lucero, Directora General de Identidad y Misión de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.
Luis Liberman remarcó que la “cultura del encuentro es algo que se practica siempre” y no podemos hablar de este tema sin mencionar cómo se tratan las desigualdades y a la vez cómo se cuida la casa común.
El antropólogo recordó que “cuando acudimos a Francisco, acudimos a un líder esperanzador” y para buscar una cultura del encuentro “es necesario la construcción de la esperanza y el diálogo”.
Para finalizar su intervención, Liberman invitó a los asistentes a cuestionarse por qué “pasamos mucho tiempo leyendo “Laudato Si y Fratelli Tutti”, pero no practicándolas”.
Por su lado, Mons. Miguel Ángel Cadenas compartió su experiencia de trabajo en Loreto. A través de diversas fotos mostró la realidad de una zona de la periferia en la que los habitantes no cuentan con las condiciones básicas de saneamiento.
Con este ejemplo, Mons. Cadenas afirmó que este “es un tema de mesa compartida” y uno de los retos más importantes es “ampliar la mesa, poner más sillas para que todos se sienten”. En efecto, “la tarea de todas las religiones es entrar en contacto con estas personas porque la esperanza viene de aquellos que son descartados”.
Finalmente, Milagros Lucero realizó una síntesis de las exposiciones, enfatizando de manera especial que este evento fue una iniciativa importante que permite reconocer la necesidad de trabajar el tema de la cultura del encuentro y su relación directa con la esperanza.
Agradeció la presencia de cada ponente porque cada uno, con su lenguaje y con sus diversos argumentos, mostraron la necesidad de salir de uno mismo para darse a los demás. Culminó invitando a tomar acción y aplicar todo lo conversado en cada una de las instituciones presentes.