Tal como comunicamos el pasado 28 de febrero se entregó la Parroquia Jesús de Nazaret de Trujillo. Pocos días después el P. Provincial Juan Carlos Morante SJ escribió esta carta a los jesuitas de la cual queremos compartir un fragmento con ustedes. En estas líneas se hace una reseña histórica de la presencia de los jesuitas en Trujillo y un agradecimiento a los jesuitas que han colaborado en la Parroquia en los últimos años. Así mismo se transmite el agradecimiento de los feligreses de Trujillo.
Queridos compañeros:
Reciban un fraterno saludo junto con mis oraciones, ahora prontos a iniciar la Cuaresma. Que el Señor nos siga visitando con su gracia abundante en el camino de la conversión y de la renovación espiritual y apostólica de nuestra mínima Compañía.
El motivo principal de la presente es comunicarles que el domingo 26 de febrero estuve en la ciudad de Trujillo acompañando a nuestros compañeros Juan Luis Novoa y Paulo Valencia en la entrega de la Parroquia Jesús de Nazaret a la Arquidiócesis. Presidió la eucaristía el P. Oscar Murillo, Vicario General, quien hizo llegar el saludo y agradecimiento de Mons. Miguel Cabrejos por el valioso servicio prestado por nuestros compañeros jesuitas durante 43 largos años. Asimismo, los feligreses de la Parroquia Jesús de Nazaret expresaron su enorme agradecimiento por la abnegada y ejemplar labor pastoral desplegada por los padres jesuitas durante 16 años. Todos recordaban con mucho cariño y gratitud de manera particular a los párrocos: Guillermo Villalobos, Adolfo Franco, Enrique Castro y Juan Luis Novoa. Asimismo, han recordado a los demás sacerdotes que pasaron por la Parroquia y me pidieron que les hiciera llegar sus emocionados saludos y su profundo agradecimiento.
La Compañía regresó a la ciudad de Trujillo en el año 1973 con un equipo de sacerdotes obreros, entre los que estaba el P. Luis Sauto. A partir del año 1977 inició su ministerio episcopal en la Arquidiócesis, Monseñor Manuel Prado, SJ. Desde 1984, Mons. Prado logró constituir un equipo de jesuitas formadores en el Seminario Mayor “San Carlos y San Marcelo”. Luego, con el P. José María García Madariaga contribuimos a la formación del Instituto Superior Pedagógico “Juan Pablo II”, que fue base para la constitución de la actual Universidad Católica de Trujillo “Benedicto XVI”. También participamos en la pastoral social con la creación del Centro de Transferencia Tecnológica para Universitarios (CTTU) en Moche, a cargo del P. José De Bernardi. Desde el año 2001 nos hicimos cargo de la Parroquia “Jesús de Nazaret”, habiendo prestado, al mismo tiempo, diversos servicios eclesiales que la Iglesia nos ha requerido, de manera particular, la coordinación de la pastoral universitaria.
Para llegar al día de hoy se realizó un proceso de discernimiento el pasado año. Ciertamente no ha sido una decisión fácil ni agradable, pero a pesar de todo era necesaria. En todo este tiempo he recibido muchos testimonios de gratitud por la laboral apostólica de los jesuitas y, al mismo tiempo, de dolor y tristeza por nuestro retiro. A pesar de haber ido disminuyendo en número en los últimos años, la gente ha encontrado siempre en nuestros compañeros mucha acogida, cercanía, cariño y atención pastoral. Personalmente, quiero expresar mi agradecimiento a Juan Luis Novoa y a Paulo Valencia que asumieron con gran responsabilidad, diligencia y espíritu evangélico todo este proceso de cierre y de salida. Ahora marchan a sus nuevos destinos apostólicos con el mismo espíritu que nos legó nuestro Padre Maestro Ignacio, de gran disponibilidad y confianza en la bondad infinita de nuestro buen Padre Dios.
Que el Señor nos siga dando su gracia abundante para que podamos continuar ofreciendo nuestras frágiles fuerzas en favor de su reino de amor, justicia y paz, sobre todo para los más pobres y olvidados.