El P. Juan Bytton SJ, Capellán de la Pontificia Universidad Católica del Perú, intervino en la sesión del miércoles 17 del Sínodo de Obispos “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, que giró en torno a la tercera parte del documento preparatorio “Líneas de acción”. Compartimos un fragmento de la reflexión del P. Bytton ante el Santo Padre, los Padres Sinodales y auditores presentes:

“Hoy, la Iglesia y los jóvenes tienen un punto de encuentro: la fragilidad. Constatamos en diversas partes del mundo el fracaso de propuestas pastorales que terminan alejando a muchos jóvenes. Sin embargo, sabemos que el problema no es el mensaje, sino el mensajero. Ya no se trata de decir: “Joven, yo Iglesia te digo lo que debes hacer”; Ahora tengamos la valentía de decir: “Iglesia y joven busquemos juntos lo que Dios quiere que hagamos”. Ya no es “yo y tú” ahora es “nosotros”: caminemos juntos, sin miedo y desconfianzas para que la primera palabra que salga de nuestro interior sea: perdón. Las crisis nos llevan a la verdad, y la verdad a la libertad (Cf. Juan 8,32).

Encontramos en el Nuevo Testamento el adjetivo griego ἀσθένεια – “asténeia” que significa frágil, débil. Lo dice el Señor: “El Espíritu está dispuesto, pero la carne es débil” (Mc 14,37). Y San Pablo nos muestra cómo hacer de la fragilidad una profunda experiencia de conversión. A los romanos les dice: “No critiquen al débil en la fe, al contrario, acójanlo” (Rom 14,1). Una Iglesia en salida es una iglesia capaz de reconocerse frágil y, al salir, se encuentra con aquellos jóvenes que en algún momento se alejaron de ella. Hoy, ese camino está lleno de crucificados y marginados.

La actitud de conversión no pone en riesgo la doctrina, al contrario, la alimenta, la vuelve más cercana y comprensible, pues las preguntas y las dudas también son Palabra de Dios (Cf. Mt 25,37; Mc 8, 29; Lc 1,34; Jn 6,68)”.

(Con información del P. Juan Bytton SJ, Auditor en el Sínodo sobre los Jóvenes)