Uno de los desafíos más grandes de la sociedad occidental es comprender la Amazonía con categorías propias de esa región de América del Sur. El P. Fernando Roca, académico y misionero peruano, detiene su mirada en algunos elementos fundamentales para profundizar en la realidad amazónica
Por Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
Fernando Roca, sacerdote jesuita de origen peruano, doctor en Antropología Social, con una especialización en Etnobotánica, nos ayuda a centrar la mirada en aquellos aspectos, sin los cuales, el conocimiento sobre la Amazonía resultaría parcial, incompleto.
Territorio biodiverso
Este es el primer punto que nos invita a observar: “El territorio de la Amazonía abarca más de 7 millones de kilómetros cuadrados, compartido por nueve países y encierra una rica y variada biodiversidad. Esta región del planeta es de particular importancia para el Papa Francisco. Junto con la cuenca del Congo aparece nombrada en la Encíclica Laudato Si (LS, 38)”.
El P. Roca insiste en que “Son las dos cuencas tropicales que le quedan al planeta”. En ese territorio existe una enorme “diversidad de habitantes ancestrales que ya estaba antes de la llegada de los europeos”. Y añade, “Algunos académicos piensan que los pueblos originarios pueden representar hasta tres millones de habitantes”.
Habitantes del territorio amazónico
El P. Roca añade a los pueblos originarios, otro tipo de personas que han llegado en las últimas décadas a esta región: “los habitantes de las urbes, de las ciudades, los ribereños, los caboclos, los campesinos desposeídos que van a la Amazonía para apropiarse de tierras y, los colonos, que son más frecuentes en las zonas amazónicas de los países andinos. Ahora podemos tener una idea de la diversidad cultural que supone la Amazonía”.
Particularidad lingüística
Fernando Roca pone en evidencia que el bosque amazónico brasileño representa un 70 por ciento del territorio de Brasil. En el caso peruano se trata del 60 por ciento del territorio. Roca afirma: “En toda la región cohabitan 14 grupos etnolingüísticos, que se subdividen en diferentes variantes de una misma raíz lingüística. Por ejemplo, en la Amazonía peruana existe la raíz Jíbaro. De ella surgen 5 subfamilias que hablan una lengua parecida, pero no igual: shapra, aguajun, achual, huambisa y el jíbaro”. Según datos oficiales, estas lenguas son habladas por unas trescientas mil personas.
Manejo sostenible del territorio
El P. jesuita insiste en que “estos pueblos intervinieron el territorio mucho tiempo antes que los europeos. Cuando estos últimos llegaron, encontraron un territorio manejado de manera sostenible para mejorar su calidad de vida”.
Un primer elemento lo constituye el manejo de la tierra. “Crearon la tierra prieta, la tierra negra. Mejoraron la capacidad de los nutrientes del suelo al agregar los restos de carbón y las cenizas de las quemas, al igual que los desechos orgánicos y los restos de cerámica”.
Roca cuenta el caso de un grupo étnico que en un momento de su historia se dieron cuenta que eran muchos para el territorio que ocupaban y decidieron separase. “Un grupo se quedó en el territorio y otro se fue hacia el noreste. El segundo grupo llevó plantas y las sembraron en el nuevo lugar. Siglos después se comprobó que el territorio del segundo grupo era botánicamente más diverso que el primero. Estas prácticas muestran cómo esos pueblos fueron capaces de diseñar estrategias para adaptarse a un territorio complejo y muy frágil”.
Aporte a la medicina mundial
El P. Fernando Roca subraya que “Hay zonas de la Amazonía, que no podemos tocar para mantenerlas con toda su riqueza potencial y como banco genético. De la Amazonía salen los principios activos de muchas plantas que se usan en medicina: la quina que se usa para contener la malaria; la curanina que se utiliza por su efecto hemostático y contraveneno; la savia del ficus, con efectos desparasitantes, entre otros”.
El sacerdote añadió: “Los indígenas usaban todas estas plantas para curarse y estos conocimientos han sido aprovechados por la medicina occidental. Esta es una muestra clarísima de los tremendos conocimientos y de la diversidad cultural de los pueblos amazónicos”.