La explosión masiva en Beirut (Líbano) del 4 de agosto dejó 178 fallecidos y más de 6,000 heridos. Si bien los jesuitas de la comunidad solo sufrieron algunos cortes y raspaduras, muchas personas que formaban parte de la familia ignaciana fallecieron como resultado de la tragedia, incluyendo exalumnos de los colegios y la universidad de la Compañía, miembros de grupos ignacianos, y beneficiarios del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS).
Todas las obras jesuitas en Beirut han sufrido importantes daños materiales: Iglesia Saint Joseph, Universidad Saint Joseph, la Biblioteca Oriental, el hospital Hotel Dieu, así como las comunidades jesuitas St. Joseph, St. Ignace y St. Gregoire. El proceso de reconstrucción será largo y difícil.
En este panorama, los jesuitas rescatan la inmediata respuesta solidaria de la población, limpiando los escombros, alimentando los hambrientos, e intentando lograr algo de orden en este caos. “Ha sido especialmente hermoso ver a la familia ignaciana juntarse para responder. Dos días después de la explosión, la Iglesia St. Joseph se llenó con grupos de Scouts y Offre Joie, preparando comida para distribuir, limpiando la Iglesia y oficinas. Como langostas benévolas, quitaron cada pedazo de vidrio o polvo y pusieron el edificio en orden”, cuenta el P. Dan Corrou SJ.
Actualmente, sin embargo, la Compañía empieza a enfrentarse a mayores dificultades. “Después de la limpieza, ahora podemos evaluar los verdaderos daños estructurales a los edificios. Más profundas incluso que esos daños, sin embargo, son las heridas psicológicas y espirituales causadas por esto. Se necesitarán mucho más que grupos de jóvenes enérgicos”, añade el P. Corrou, apuntando la importancia del acompañamiento radical al que aspiramos en la tradición ignaciana.
La respuesta del Servicio Jesuita a Refugiados
Para responder a las necesidades de los hogares sirios desplazados y los miembros de la comunidad de acogida en el barrio de Bourj Hammoud de Beirut, el JRS estableció el centro Frans van der Lugt, donde ofrece una gama de servicios que incluyen asistencia básica y de emergencia, apoyo psicosocial, educación de la primera infancia y apoyo al aprendizaje. y educación de adultos. Desde mayo de 2020, el JRS también ha proporcionado ayuda para el COVID-19 en forma de alimentos, higiene y asistencia en efectivo.
La comunidad de refugiados en Beirut ha experimentado una pérdida significativa. Las oficinas del JRS y el centro social y la escuela de Burj Hammoud sufrieron graves daños como resultado de la explosión. Como respuesta de emergencia inmediata a la explosión, el JRS planea brindar asistencia de emergencia durante un período inicial de cuatro meses a los hogares afectados tanto en Bourj Hammoud como en Karantina.
La respuesta se centra en tres modalidades:
Asistencia alimentaria: el JRS prioriza la prestación de asistencia alimentaria en especie para abordar las necesidades de seguridad alimentaria insatisfechas de las familias más vulnerables. Las canastas de alimentos básicos se adaptarán para satisfacer las necesidades de una familia de cinco durante un mes.
Artículos no alimentarios: los hogares afectados que deban pagar las reparaciones o el reemplazo de artículos domésticos no alimentarios esenciales (por ejemplo, camas, colchones, cocinas, etc.) recibirán asistencia.
Salud mental y apoyo psicosocial: el psicólogo del JRS y los trabajadores sociales ya se han puesto en contacto con los beneficiarios que habían estado recibiendo estos servicios del JRS antes de que ocurriera la explosión. El JRS extenderá este apoyo a hasta 500 familias en Bourj Hammoud y Karantina.
Con información de Jesuits in Europe