Con motivo del Día Internacional de la Niña, celebrado el 11 de octubre, niñas y adolescentes de diferentes partes del mundo se unieron para reivindicar y defender su derecho a una infancia libre de miedos, amenazas y agresiones.
En total, más de 100 niñas de nueve países distintos se han reunido durante los últimos meses para conversar sobre la situación de violencia que sufren las niñas alrededor del mundo y han recogido sus demandas y exigencias en el Manifiesto Global «Sanas y Salvas».
De la mano de la ONG jesuita Entreculturas y su campaña La LUZ de las NIÑAS, junto a Fe y Alegría y el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), las niñas han construido este manifiesto. El documento es una construcción colectiva que partió de 11 consejos locales celebrados en diferentes países del mundo. Tras las sesiones de trabajo a nivel local, las niñas de Guatemala, Sudán del Sur, España, El Salvador, Perú, Honduras, Kenia, Nicaragua y Chad redactaron el manifiesto tras reunirse de forma virtual en el primer taller global.
En este espacio, las niñas pudieron compartir experiencias, ideas y propuestas. Este fue el caso de Lamaku, niña participante de Sudán del Sur, que llamó a la sororidad en su intervención: “Todas conocemos la violencia y las desigualdades que sufrimos y también las que hemos visto en otros países. Las niñas deberíamos estar unidas y luchar juntas por nuestra propia supervivencia para que nosotras podamos tener nuestros derechos como niñas y para ser fuertes”.
En el manifiesto Sanas y Salvas las niñas participantes, como representantes de las niñas del mundo, han recogido 11 peticiones para impulsar la protección internacional efectiva de sus derechos humanos. Unas demandas que desde hace unas semanas están siendo presentadas ante diferentes instituciones públicas, llevándose a cabo numerosos actos de incidencia por todo el mundo en una oleada mundial de indignación en donde las niñas han elevado su voz.
El documento llama a los gobiernos a trabajar para erradicar prácticas nocivas contra las niñas como la violencia de género, el matrimonio infantil, temprano y forzado y la Mutilación Genital Femenina. Además, insta a los Estados a garantizar un acceso a una educación de calidad para todas las niñas del mundo, un sistema de protección robusto ante la violencia hacia las niñas y protección frente al trabajo infantil, entre otras peticiones.
Unas exigencias que han permitido a las niñas de todo el mundo llevar sus gritos de protesta a las calles y pasar a la acción. Este es el caso de las participantes de El Salvador, que entregaron el manifiesto a instituciones públicas del país y otras ONG, el pasado 26 de setiembre. Un acto de incidencia que se ha repetido en otros puntos del planeta como en Honduras, donde las niñas asistieron a programas de radio y televisión para reivindicar sus peticiones o en el campo de personas refugiadas de Kakuma, en Kenia, donde las niñas, principalmente refugiadas de Sudán del Sur, presentaron oficialmente el manifiesto ante autoridades, como el representante gubernamental de asuntos de la infancia del distrito Keniata de Kakuma.
En el caso del Perú, las niñas de la I.E. Fe y Alegría 52 (Ilo) entregaron al director de la Unidad de Gestión Educativa Local – UGEL Ilo, Braulio Guillén Flores, el manifiesto con peticiones para exigir y asegurar la protección internacional efectiva de los Derechos de las Niñas.
Sobre «La luz de las niñas»
Desde el 2012, Entreculturas ha acompañado a más de 58.000 niñas de distintos países de África y América Latina a través de su programa «La luz de las niñas«, iniciativa que trabaja con niñas con alto riesgo de sufrir cualquier tipo de violencia: niñas en situación de extrema pobreza, de desplazamiento, migración o refugio, en riesgo de embarazo, pertenecientes a poblaciones indígenas, con alguna discapacidad o víctimas de matrimonio precoz, de conflictos o de violencia sexual. Bajo este paraguas, la organización pretende disminuir la situación de violencia física, psicológica, y sexual que sufren, a través de tres líneas fundamentales: atención a niñas y adolescentes víctimas de violencia, prevención de violencia contra las niñas y acceso educativo para niñas.
(Con información de Entreculturas)