La 48ª Asamblea de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe (CPAL) se desarrolló en laCasa de Ejercicios San Claver en Santandercito, Bogotá (Colombia), del 19 al 23 de junio.

Este encuentro reunió a los Superiores Provinciales de América Latina, entre ellos el P. Provincial Víctor Hugo Miranda SJ, los Asistentes del P. General para la región y miembros del equipo central de la CPAL, en esta ocasión, acompañados por el P. General Arturo Sosa SJ.

Este año la Asamblea tuvo un énfasis particular, representó un momento de reflexión sobre la preparación de una reorganización de las unidades administrativas y apostólicas de la Compañía en América Latina.

Durante el encuentro, cada Provincial tuvo la oportunidad de presentar cómo sus miembros prevén una reestructuración de las Provincias, por su parte, el P. General pudo escuchar lo que los jesuitas y sus colaboradores en la misión sienten y entienden sobre los planes propuestos.

En la Asamblea también se abordaron otros temas como las formas de comunicación en tiempos de crisis, la articulación y el trabajo colaborativo, el seguimiento de acuerdos, y la proyección de la misión del Cuerpo Apostólico, a través de una metodología de discernimiento y planificación. 

Aquí también jugó un papel importante la participación del P. Arturo Sosa, pues el programa de una Asamblea de Conferencia, cuando el General está presente, incluye siempre encuentros individuales, personales, entre cada uno de los Provinciales y su Superior General. Es lo que se conoce como la “cuenta de conciencia”, un ejercicio de compartir y de acompañamiento espiritual que cada jesuita suele realizar cada año con su Provincial. En el caso de los Provinciales, la “cuenta de conciencia” se da al propio General.

Tal y como lo ha hecho en todos los encuentros que ha mantenido con grupos de jesuitas desde la Congregación de Procuradores celebrada en Loyola en mayo, el P. Sosa ha anunciado la publicación del importante documento “De Statu Societatis“ (Sobre el estado de la Compañía).

El General insistió en que no se trata de un documento más, sino de la culminación de un proceso de discernimiento que ha durado más de dos años, con vistas a orientar el futuro del servicio que la Compañía puede prestar a la Iglesia y a los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

El De Statu no impulsa el inicio de otro proceso de reflexión, sino la continuación del que ya está en marcha desde la última Congregación General (2016), la proclamación de las Preferencias Apostólicas Universales (2019), la llamada a la conversión tras las huellas de Ignacio durante el Año Ignaciano (2021-2022), y a través de una reflexión en profundidad sobre el voto de pobreza (2022). Se prevé que la versión final del De Statu Societatis sea publicada, en formato electrónico, a finales de julio.

(Con información de Jesuits Global)