El P. Adolfo Franco Pomares SJ partió a la Casa del Padre la mañana del viernes 26 de julio a los 92 años de edad, 74 años en la Compañía y 60 años de su ordenación sacerdotal.

Nació el 4 de mayo de 1932 en Cartagena, España. Hijo de Mariano y María, fue el séptimo de ocho hijos. El 14 de agosto de 1949, a los 17 años de edad, ingresó al Noviciado de Aranjuez en Madrid, España. Siendo todavía novicio, llegó a Lima, en 1951, y estudió humanidades. Luego fue destinado a estudiar filosofía en Quito, Ecuador, donde estuvo de 1954 a 1957. La etapa de Magisterio la realizó de 1957 a 1960 en el Colegio San José de Arequipa, donde enseñó matemáticas, física y educación cívica. La Teología la hizo en México de 1961 a 1964 y durante este tiempo fue profesor en la Universidad Iberoamericana. Fue ordenado sacerdote el 26 de octubre de 1963 en México y emitió sus Últimos Votos en Lima en 1966.

Adolfo colaboró en la formación de jesuitas y seminaristas del clero diocesano.Trabajó en la pastoral de parroquias, en el gobierno de la Provincia del Perú, donde fue Provincial, Socio y Ecónomo. De 1965 a 1970 fue destinado como director espiritual de los jesuitas en formación en Huachipa y después, en 1970, pasó a ser Maestro de novicios. En 1972 lo hicieron párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima. Durante ese tiempo fue también profesor de Teología y asesor pastoral en la Universidad del Pacífico.

En 1981 fue director del Colegio Cristo Rey de Tacna. En 1982 fue nombrado Superior de la comunidad Nuestra Señora de Fátima de Miraflores. De 1986 a 1992 fue Superior Provincial del Perú. Luego de ese servicio, regresó a la Universidad del Pacífico. A partir de 1994, hasta el 2000, se desempeñó como Rector del centro de formación teológica de los religiosos en el Perú, el Instituto Superior de Estudios Teológicos Juan XXIII, conocido como ISET.

Posteriormente, del 2001 al 2006 fue destinado a Trujillo como párroco. Fue Superior de la comunidad de jesuitas en el Cusco. Fue llamado nuevamente al Gobierno provincial como Ecónomo y Socio del Provincial. En el 2012, fue nombrado Rector del Seminario de Trujillo y desde el 2013 volvió a colaborar en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima de Miraflores en Lima, donde dedicó sus últimos años a la atención pastoral.

Sus restos fueron velados en el salón parroquial de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima y su Misa de Funeral se celebró el domingo 28 de julio, en el templo. La homilía estuvo a cargo del P. Carlos Cardó, quien mencionó que «Adolfo será recordado siempre como el soldado de Cristo. Así me gusta verlo. Recto, honesto, de una pieza, caballero leal, pero al mismo tiempo tierno, cálido, con don de lágrimas. Fue un jesuita sensato, discreto, muy sabio, hombre de oración y de gran profundidad interior, un hermano que supo hacer sentir la misericordia de nuestro Padre a través de sus homilías y en su compañía siempre discreta».