El P. Fermín Rodríguez Campoamor SJ falleció el 20 de setiembre en la Enfermería de Fátima a los 91 años de edad, 73 años en la Compañía y 60 de su ordenación sacerdotal. 

Nació el 4 de marzo de 1933 en Navia (Asturias, España), y a los 17 años ingresó al Noviciado en Salamanca. Estudió Filosofía y Teología, siendo ordenado sacerdote el 14 de julio de 1964. En 1993, llegó a Perú, donde trabajó en el Vicariato de Jaén y se estableció en Santa María de Nieva (Condorcanqui, Amazonas), donde permaneció hasta 2017. Durante esos años, se desempeñó como párroco y construyó vínculos sólidos con las comunidades Awajún y Wampis.

El 5 de junio de 2009, durante el Baguazo, suceso que provocó la muerte de 33 indígenas y militares, Fermín fue protagonista en primera línea con su presencia y apoyo a las víctimas y unas «hojas parroquiales» recopiladas en 2013 con el título «Una herida abierta» y desde las que también realizó la crónica de la situación de los tres nativos awajún que llevaban recluidos sin pruebas, sin asistencia legal, sin traductores, sin ser juzgados más de 5 años.

Tras 25 años en la selva pasó a residir en Lima forzado por algunos problemas de salud.

Los Jesuitas del Perú damos gracias a Dios por su generoso y largo servicio a la Compañía, la Iglesia y el país. Nos unimos en oración con la esperanza de la Resurrección.

La Misa de Funeral se realizó el sábado 21 de setiembre, en el salón verde de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima y fue celebrada por el P. Provincial Víctor Hugo Miranda. Compartimos su homilía a continuación: