El presidente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad de Colombia, P. Francisco de Roux SJ, recibió el miércoles 15 de diciembre la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica, como un «referente ético» del país. «Con este reconocimiento que da el rey Felipe VI hacemos nuestro un referente ético colombiano como es el padre De Roux y reconocemos toda su trayectoria y especialmente el papel crucial que juega ahora como presidente de la Comisión de la Verdad», manifestó el embajador. El padre de Roux, como se le conoce, recibió la distinción en la residencia del embajador de España en Colombia, Pablo Gómez de Olea.
De Roux, de 77 años, fue ordenado sacerdote en 1975 y ha dedicado toda su vida a trabajar por la paz y la justicia social, principalmente en el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), un centro de pensamiento de la comunidad jesuita de Colombia, del cual fue director. En 1995 creó el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, un experimento que buscaba financiar iniciativas de convivencia y desarrollo sostenible en esa vasta región del centro de Colombia, en esa época una de las regiones más convulsas del país.
El padre de Roux ha liderado además otras iniciativas de paz, dirigió la comunidad jesuita en Colombia y desde mayo de 2018 preside la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, creada a instancias del acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 para terminar el conflicto armado con las FARC.
Una vida con una profunda ética y moral
«Esta condecoración es únicamente un gesto cariñoso y sentido que recoge toda la profundidad ética y moral que encarna el padre De Roux», agregó el embajador. Al referirse a la labor del Padre al frente de la Comisión de la Verdad, el embajador señaló que «la paz es responsabilidad de los ciudadanos de una nación» y la justicia transicional, de la cual hace parte la Comisión, «es una acción de alta ética internacional, dirigida al corazón de la tragedia humana».
«La verdad es el eje fundamental de todo esfuerzo de paz. Sin verdad jurídica no hay justicia transicional, sin verdad histórica, moral y social no hay reconciliación, y esa verdad es la que le corresponde la Comisión», agregó el embajador.
Reconocimiento a las víctimas
Por su parte, De Roux dijo recibir la distinción «con alegre y sencilla gratitud» y «en nombre de las víctimas de todos los lados del conflicto armado interno de Colombia que han puesto su confianza en nuestra tarea y particularmente en las mujeres y los niños, los indígenas y los negros», y en general de todos los que trabajan por la paz del país.
«Créame que al recibir este honor ratifico con mis compañeros y compañeras (de la Comisión) el compromiso de entregar todo de nuestra parte para corresponder a tanta confianza depositada en nosotros», expresó el sacerdote.
De Roux señaló que la condecoración es también para «los que vivimos todavía y los que murieron trabajando por la paz sin más armas que el propio corazón y se fueron soñando en que un día sería posible la realización de sus sueños». Destacó que como jesuita ha recibido «la fuerza espiritual» de santos españoles como Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Juan de la Cruz y Teresa de Jesús, y también lleva «en la sangre, en la lengua y en la fe el sentimiento profundo de fraternidad» que lo hace vibrar «con la riqueza cultural y caballerosidad, con la ciencia y el arte y con la hidalguía española». «Por eso recibir el homenaje de esta orden real de mi querida España me llena de alegría», añadió.
Al dirigirse al embajador, el sacerdote afirmó que al condecorarlo como presidente de la Comisión de la Verdad «usted nos desafía y nos invita a ir hasta el final del camino y a responder a las grandes expectativas que las víctimas Colombia y la comunidad internacional han puesto en nosotros».
(Con información de Religión digital)