La mañana del martes 30 de junio, la Compañía de Jesús en el Perú organizó el webinar “Luces para el presente y el futuro de nuestra misión: reflexiones a partir de la Covid-19”, espacio para pensar sobre los desafíos que plantea la situación actual de pandemia a la misión del Cuerpo Apostólico.
Participaron jesuitas y laicos cercanos a nuestra labor apostólica, entre coordinadores de Plataformas Regionales, directores de obras, representantes de la Red de Pastoral Juvenil Jesuita del Perú – ESEJOVEN y participantes del programa de formación «Colaboración en el Corazón de la Misión».
Los expositores invitados fueron Carolina Trivelli, Investigadora Principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y ex ministra de Desarrollo e Inclusión Social (2011-2013); Ismael Vega, director del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP); y el P. José Luis Gordillo SJ, director del Centro de Espiritual de Ignaciana. Moderó las presentaciones el señor Eduardo Vega, docente de la Universidad Ruiz de Montoya.
El encargado de abrir y cerrar el espacio fue el P. Provincial Juan Carlos Morante SJ, quien remarcó la necesidad de preguntarnos acerca de cómo podemos asegurar los derechos fundamentales básicos para una convivencia realmente democrática, superando el fenómeno de vulnerabilidad y precariedad que estamos viviendo.
Carolina Trivelli: Poblaciones vulnerables
La primera expositora, Carolina Trivelli, abordó la situación presente y futura de las poblaciones vulnerables a raíz de la pandemia, compartiendo algunas reflexiones y recomendaciones acerca de cómo enfocar la atención a estos grupos. En este sentido, la Magister en Economía Agraria indicó que, si bien el contexto actual abre la oportunidad de un cambio de discurso que valoriza lo colectivo por encima de lo personal e individual, hay cuatro puntos a considerar:
En primer lugar, el incremento de la pobreza, el desempleo y la inseguridad alimentaria como consecuencia inevitable de la crisis sanitaria y cuyos efectos serán a largo plazo. En segundo lugar, la gran incertidumbre que vivimos como factor que impide tomar las mejores decisiones y lleva a vivir en el corto plazo. En tercer lugar, los efectos diversos de la pandemia que exigen soluciones diferenciadas según las características de cada grupo. Por último, la necesidad de rearticular y reimpulsar la organización comunitaria, tan golpeada por las medidas de restricción, pero tan necesaria para la recuperación y una nueva convivencia.
Ismael Vega: Ciudadanía y Pueblos Indígenas
El segundo expositor, Ismael Vega, presentó una reflexión sobre la situación de los pueblos indígenas frente a la pandemia y, en última instancia, sobre la ciudadanía en el país. El director del CAAAP lamentó que las comunidades amazónicas hayan estado al final de la lista de prioridades en la creación de políticas frente al Covid-19, hecho que obedece, en su opinión, a una histórica desconexión a nivel social y cultural entre el Estado y los pueblos indígenas.
Vega informó también que las actividades extractivas en la Amazonía nunca se detuvieron y que con la reactivación económica las empresas siguen operando sin protocolos sanitarios (tanto internos como de relación con las comunidades). Asimismo, enfatizó la necesidad de una estrategia diferenciada con suficiente presupuesto y con un enfoque intercultural para atender a los pueblos indígenas, especialmente en el marco de la pandemia.
“Esta situación se va a mantener si no se entiende que la seguridad de los territorios indígenas (políticas territoriales), el respecto de sus derechos (políticas sociales) y los estándares ambientales (políticas ambientales) son elementos a clave para llevar a cabo políticas públicas dirigidas a los pueblos amazónicos y la creación de nueva convivencia”, concluyó.
P. José Luis Gordillo, SJ: Acompañamiento espiritual
El tercer y último expositor fue el P. José Luis Gordillo SJ, quien reflexionó sobre el acompañamiento espiritual que podemos brindar en tiempos de crisis. Gordillo destacó que se están dando cuatro procesos importantes en esta área: la pregunta sobre la presencia de Dios en medio de la pandemia y la ruptura con la imagen de un Dios omnipotente; el surgimiento de intensos deseos como producto de la frustración y la incertidumbre; el salto de una mirada individualista a la conciencia de tener que cuidarnos los unos a los otros; y, finalmente, la esperanza que brota y se construye en espacios como la familia, la comunidad y la Iglesia doméstica.
De esta manera, el director del CEI remarcó la importancia de formar acompañantes espirituales que no se sientan herederos de aquella imagen de un Dios omnipotente (que no ayuda en estos momentos de crisis), que sean conscientes de su propia fragilidad y de un Dios que sufre con nosotros, y que dediquen tiempo a animar espacios físicos o virtuales en los cuales puedan escuchar y promover relaciones confianza y la solidaridad.