“Quienes hemos sido tocados por su vida, decimos que hemos sentido un hombre de Dios, un hombre de Iglesia, un hombre que amaba su país, su patria, un hombre sencillo, ocupando puestos importantes, de grandes responsabilidades, para servir a aquellos más pobres”.

Con estas palabras describió el P. Óscar Morelli SJ al Cardenal Augusto Vargas Alzamora SJ en la Eucaristía por los 20 años de su fallecimiento, que celebró el viernes 4 de agostó junto a los PP. Santos Rugel SJ y José Ramón González Écija SJ. La Misa virtual fue organizada por el Colegio y ASIA Inmaculada Lima, y contó con la participación de alumnos y exalumnos en las lecturas y peticiones.

Durante su homilía, el director de La Inmaculada destacó la profunda amistad con Jesús que, “con pasión y firmeza”, vivió el Cardenal Vargas Alzamora, quien además de Arzobispo de Lima, Primado del Perú y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, fue exalumno, Espiritual y Rector del Colegio (Promoción 1939).

Elogió también su gran compromiso con la defensa de la vida y pidió que su memoria nos transmita “esa fe indesligable de la justicia” que lo caracterizaba. “Creo que su testimonio nos tiene que dar valentía para construir el Perú, para comprometernos como creyentes, como supo comprometerse él, con el cuidado de nuestra democracia, con una verdadera representación de la verdad, de la justicia”, expresó.

El P. Morelli también recordó que el PEBAL La Inmaculada nació durante la gestión de Vargas Alzamora como Rector, con motivo de los 100 años del Colegio. “Inició el PEBAL en la forma más pequeña y sencilla, como una casita para alfabetización de adultos. Cuántos hemos pasado por el PEBAL y hemos sido evangelizados gracias al PEBAL. Este colegio ha sido evangelizado gracias al PEBAL y estamos comprometidos en su causa justa”, señaló.

El Cardenal Pedro Barreto SJ, Arzobispo de Huancayo y exalumno del Colegio, también se hizo presente mediante en video en el que compartió la importancia que tuvo Vargas Alzamora en el descubrimiento de su vocación religiosa: “Augusto, gracias, porque sé que, desde la presencia de Dios, estás pensando en cada uno de nosotros. Que tu intercesión sea para nosotros fuente de vida y bendición, para todos los exalumnos del Colegio, y para todas las personas agradecidas que te recuerdan con muchísimo cariño, y uno de ellos soy yo.

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