En el marco de su viaje apostólico a Irak, del 5 al 8 de marzo, el Papa Francisco visitará Ur, ciudad donde se cree que nació y vivió el profeta Abraham y uno de los lugares sagrados más importantes para el cristianismo en la antigua Mesopotamia, con 6000 años de antigüedad, según los historiadores.

Bergoglio oficiará allí una Eucaristía interreligiosa y se convertirá así en el primer Pontífice en la historia en visitar Ur, siendo también el primero en pisar Irak, después de casi dos décadas de guerra e inseguridad, y en medio de una pandemia mundial. Un claro gesto que demuestra su voluntad de seguir tendiendo puentes con el Islam.

Una visita pospuesta

«La histórica visita del Papa de la Ciudad del Vaticano estaba originalmente programada para el año 2000, pero las condiciones que existían en Irak en ese momento lo impidieron», dice a la agencia de noticias Efe el jefe de medios de la oficina iraquí de dotaciones para cristianos, el P. Martin Hermes, que lamenta tanto retraso.

Según Hermes, Francisco realizará «una peregrinación espiritual a la casa de Abraham en Ur», un yacimiento excavado en 1922 por el arqueólogo e historiador británico Leonard Woolley.

«Woolley descubrió un sitio que se mencionaba religiosamente en la Torá, junto con otros indicios que confirmaban que esta casa pertenecía al profeta Abraham a través de los artefactos sagrados que se encontraban en su interior, entre otros restos», dice a Efe el historiador iraquí Ali al Namshi.

Explica que Ur era popular entre los turistas occidentales en las décadas de 1970 y 1980, pero este histórico sitio quedó prácticamente olvidado en los años posteriores por la inestabilidad política que espantó a los visitantes extranjeros y devastaron Irak desde la guerra contra Irán (1980-1988), hasta la invasión estadounidense de 2003 y la posterior violencia sectaria.

Un gran complejo arqueológico

La ciudad de Ur está ubicada a unos 300 kilómetros al sur de la capital, Bagdad, y alberga un zigurat, una construcción piramidal escalonada tradicional de la antigua Mesopotamia entre los años 2200 y 500 a.C. La gran estructura cuadrada tiene muros de ladrillos de barro y largas escaleras para acceder a él por un lateral.

Además, en el sitio arqueológico todavía quedan los restos de un complejo residencial y varios templos y palacios que han sido parcialmente reconstruidos. «El zigurat de Ur era un santuario del dios de la luna, Nanna, donde el padre de Abraham trabajaba como sacerdote», explica Ali Namshi, que añade que este lugar era de gran importancia y es citado en el Corán y la Torá.

El historiador considera que, en la época actual, esta visita es muy significativa, ya que se produce después del viaje del Pontífice a Emiratos Árabes Unidos a principios de 2019, donde firmó el Documento de la Fraternidad Humana con Ahmed al Tayeb, el gran imán de Al Azhar, la máxima institución de la rama suní del Islam.

Un puente entre religiones

En su visita a Irak, Francisco se reunirá en la ciudad sagrada de Nayaf (sur) con la figura de referencia de los chiíes en Irak, el gran ayatolá Ali al Sistani, un evento que «promoverá la tolerancia y la diversidad religiosas», dice a Efe el especialista en historia islámica iraquí Rahim Farhan. 

(Con información de Religión Digital)

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