Del 26 al 29 de octubre se desarrolló el XLVIII Congreso de la Federación, por primera vez de modo virtual. La Federación reportó más de 75,000 visitas a la web procedentes de 45 países del mundo durante los cuatro días que duró el evento. Este dato por sí solo expresa el gran interés que despertó. Es grato informar que el reporte coloca a nuestro país en el primer lugar de visitas (902). Lección aprendida: la virtualidad es muy buena aliada para esta clase de acontecimientos si deseamos llegar al mayor número posible de interesados.
El tema del Congreso fue: “Educadores/as de Fe y Alegría en las nuevas fronteras de la educación popular en el siglo XXI”. Educación popular hoy (en el centenario del natalicio del gran educador brasileño Paulo Friere), nuevas fronteras (objeto de atención del congreso anterior) y rol del/de la docente de Fe y Alegría fueron los tres elementos básicos de este trípode. A ellos se dedicaron las ponencias principales.
Al mismo tiempo, se habló de los retos y oportunidades que ofrece el trabajo en red y la espiritualidad propia del educador/a de Fe y Alegría. El primer día se presentó el resultado de la “evaluación de impacto” del Movimiento, un estudio realizado por la Universidad Erasmus (Países Bajos) a lo largo de 4 años en 6 países de América Latina, entre ellos el Perú. La presentación pública de la sección peruana de este estudio se realizó en Lima hace unos días, en el marco del Conversatorio “Educar para transformar”, en un evento abierto al gran público.
La metodología del XLVIII Congreso fue ampliamente participativa no solo en el mismo Congreso sino en los meses anteriores. El precongreso articuló tres foros sobre diferentes temas vinculados al rol del educador popular y dos reuniones binacionales con Bolivia y Ecuador. Durante el mismo Congreso, además de las ponencias abiertas, hubo también mesas de trabajo en las que participaron 10 representantes por país.
Jaqueline Leyda, de Fe y Alegría Guatemala, fue la encargada de dar lectura al Manifiesto fruto del Congreso. Este contiene 9 puntos con los que los educadores y educadoras se comprometen a: participar en la construcción de una red, definir objetivos claros para todas y todos, generar una cultura de la participación en alianza con otros actores, promover la conformación de equipos de trabajo, propiciar la innovación, creatividad, solidaridad, crear espacios para reflexionar y compartir buenas prácticas, fortalecer el ser y que hacer desde la misión y visión de nuestro Movimiento, trabajar en la nuevas fronteras y asumir la defensa por el derecho universal de aprender, que sea de calidad, inclusiva, atenta a la promoción de una cultura de paz y de trabajo en clave de igualdad y equidad de género.
La tarea que queda por delante es ingente. Los y las docentes de los 22 países que integran la Federación Internacional de Fe y Alegría han sido invitados a comprometerse de lleno en las iniciativas federativas y en las acciones nacionales. De ese modo, podrán enriquecerse y enriquecernos con nuevos aportes para poder brindar un servicio aún de mayor calidad.
P. Ernesto Cavassa, SJ – director nacional de Fe y Alegría
Publicado en “El Chasqui”, boletín informativo de Fe y Alegría del Perú