El viernes 23 de junio, la Oficina de Desarrollo de los Jesuitas del Perú – ODP cumplió 23 años de aniversario. La celebración incluyó una Eucaristía y una jornada de integración y reflexión con todo el equipo.
Gianfranco Dulanto, director ejecutivo de la ODP, quien ya cumple seis años a la cabeza de la organización, celebra la labor de la oficina como brazo estratégico de la Compañía de Jesús en el Perú. “Este último año, desde nuestras acciones de fundraising, logramos movilizar importantes recursos económicos, materiales y humanos, valorizados en más de 6 millones de soles, impactando así en más de 200 mil personas”.
El trabajo de la ODP con múltiples organizaciones de la sociedad civil, empresas y fundaciones para idear prototipos de innovación social, es un hito importante durante el último año de trabajo. Un buen ejemplo de eso es ACTIVATEC, un proyecto en alianza con la trasnacional Schneider Electric, que llegará a beneficiar a más de 5 mil estudiantes provenientes de colegios, Centros de Educación Básica para Adultos (CEBAS) y Centros de Educación Técnico Productiva (CETPRO) de cinco regiones del Perú.
Para el director ejecutivo, otra valiosa iniciativa del 2022 estuvo centrada en la promoción de ambientes sanos y seguros. “Tuvimos la oportunidad de asesorar y trabajar de la mano con 26 organizaciones sin ánimo de lucro, entre colegios, ONGs y parroquias, en el diseño y desarrollo personalizado de sus políticas y protocolos de protección hacia menores y adultos en situación de vulnerabilidad; así como herramientas para su implementación y monitoreo”.
Actividades de celebración
En compañía de invitados muy especiales como el P. José Ramón “Moncho” Gonzáles SJ, aliados de las organizaciones jesuitas y otros colaboradores externos, la jornada de celebración inició con una misa íntima presidida por el P. José Antonio Hernández SJ, en la Iglesia San Pedro (Lima). Aquí el equipo de la ODP pudo reflexionar sobre el valor de su entrega, profundizando la estrecha y necesaria relación entre «Amar y Servir».
La Eucaristía tuvo también un espacio para expresar las peticiones del equipo con relación a su propio trabajo en la oficina, la Compañía de Jesús y el bienestar del país. Finalmente, “Moncho”, fundador de la ODP, fue homenajeado con una placa conmemorativa por sentar las bases que hoy sedimentan el trabajo de esta oficina, con especial énfasis en su espíritu solidario y su gran capacidad de expansión.
Repensar sobre el hoy
Tras la misa, la celebración continuó en el Club de la Unión y contempló la exposición de una primera versión de la Memoria institucional 2022, que recogía los principales hitos del último año.
Luego, como una forma de mirar el pasado para evaluar el presente, Gianfranco destacó los principales desafíos que se presentaron en el 2022: “la recuperación de aprendizajes de los niños en la educación básica; la reactivación de la economía familiar, especialmente la de los emprendedores de la micro y pequeña empresa; y la urgencia de un diálogo social fructífero capaz de encaminarnos hacia un horizonte común de entendimiento, desarrollo y prosperidad para todos”.
También se realizó una actividad colaborativa en la que los miembros del equipo aportaron sobre los aciertos y oportunidades de mejora para el año 2023 y se recordaron los objetivos que guían el trabajo de la ODP hacia el futuro: “Este 2023 queremos resaltar el valor de lo esencial y seguir trabajando para (1) defender la ilusión de la niñez y la infancia, y la esperanza de los jóvenes por un futuro mejor; (2) acompañar a los adultos mayores, quienes merecen atención, consideración y respeto; (3) construir un mundo sin violencia para todos, especialmente para las mujeres valerosas que lideran familias enteras; (4) fortalecer nuestras raíces, valorando la enorme riqueza natural y cultural de los pueblos originarios; y (5) acoger a los migrantes, quienes por causas diversas y siempre difíciles se ven obligados a abandonar sus hogares y necesitan nuestra ayuda y cercanía”, comentó Gianfranco.
Finalmente, hubo un momento para mencionar y reconocer de forma particular el trabajo de cada uno de los integrantes de la oficina a través de la entrega de diplomas que destacaban sus cualidades de servicio y aportes a la Misión compartida.
(Con información de la ODP Jesuitas del Perú)