Con una ceremonia especial y con la presencia de altas autoridades de la iglesia peruana y un representante del Papa Francisco y cientos de devotos, se desarrolló la ceremonia de beatificación de María Agustina Rivas López, conocida como Sor Aguchita, quien fue asesinada por Sendero Luminoso en 1990.
La celebración religiosa se realizó el 8 de mayo en el centro poblado La Florida, ubicado en el distrito de Perené, provincia de Chanchamayo, en la selva de la región Junín.
El Papa Francisco, el pasado 22 de abril aprobó el decreto donde reconoce el martirio de la religiosa peruana nacida en Cora Cora (Ayacucho) el 13 de junio de 1920 y asesinada por odio a la fe en La Florida por Sendero Luminoso el 27 de setiembre de 1990, siendo la primera religiosa peruana en caer víctima de las huestes terroristas.
La sierva de Dios María Agustina Rivas López, conocida como Aguchita, pertenecía a la congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor (a la que ingresó muy joven) siempre expresó y fijó su atención en las mujeres ancianas y niñas vulnerables principalmente.
Los hechos ocurridos el 27 de setiembre de 1990 señalan que los terroristas iban a atacar la congregación donde se encontraba Sor Aguchita (de 70 años), pero al no encontrar a nadie la asesinaron junto con otras 4 personas.
En la ceremonia se recordó la labor que efectuó al llegar a La Florida en 1988, un poblado afectado por la violencia que azotaba el país y donde la Selva central era uno de los focos más peligrosos y violentos. El apoyo de Sor Aguchita se centró principalmente en las comunidades nativas, en especial en aquellas mujeres desvalidas y faltas de apoyo.
Monseñor Carlos Salcedo Ojeda, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Huancayo, quien estuvo presente en la ceremonia de beatificación declaró que se trata de un reconocimiento a Sor Aguchita, que era tal como se le conocía, por su labor por los más pobres y en una zona tan peligrosa como era en esos momentos La Florida. «Ella es declarada como mártir por la Iglesia, por su testimonio en Jesús, buscando estar cerca de la gente especialmente de las más frágiles como las mujeres, niñas ancianas y una vocación de servicio permanente con amor por los más débiles», expresó.
Entre las personalidades que asistieron a la ceremonia de beatificación estuvieron el Cardenal Pedro Barreto Jimeno, Arzobispo metropolitano de Huancayo; el Cardenal venezolano Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas, enviado del Papa Francisco para esta ocasión; Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo metropolitano de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana; y Monseñor Gerardo Zerdín, Vicario Apostólico de San Ramón, donde trabajó Sor Aguchita.
(Con información de Andina- Agencia Peruana de Noticias)