El jueves 7 de mayo, a las 4: 00 pm, se desarrolló el conversatorio virtual “Sociedad y educación: cambios y reflexiones que nos plantea la pandemia”, organizado por el Consorcio Ignaciano de Educación, red conformada por las instituciones educativas vinculadas a la Compañía de Jesús. El panel estuvo conformado por Aldo Panfichi, Vicerrector de Investigación de la PUCP e integrante del grupo asesor sobre temas socioculturales vinculados al impacto del COVID-19, y Michel Azcueta, educador y presidente de la Escuela Mayor de Gestión Municipal.
El sociólogo Aldo Panfichi apuntó que uno de los principales retos es aprender a mantener el vínculo social a pesar de la distancia física. Asimismo, señaló que la crisis sanitaria requiere el involucramiento de la sociedad civil (club de madres, comedores populares y liderazgos naturales de la sociedad). A pesar de esta se encuentra debilitada en los últimos años, cuenta con una experiencia y una infraestructura que puede ser fundamentales para luchar contra el virus y buscar un equilibrio entre economía y salud, que actualmente es muy precario.
Por su parte, Michel Azcueta enfatizó que el país ya vivía una situación crítica previa al COVID-19, caracterizada por la debilidad institucional, la corrupción, el “cortoplacismo”, el individualismo y la informalidad. En el plano educativo, advirtió del riesgo de que con la pandemia se «quiebren los fundamentos esenciales de todo proceso educativo, que son las relaciones sociales». La educación virtual, que desde su punto de vista ha llegado para quedarse, puede debilitar también la transmisión de valores, que vienen desde la práctica, la visión, la relación, así como la creatividad.
Por eso, Azcueta considera que los educadores deben abrir el campo exclusivamente escolar, dentro del contexto de confinamiento en el que estamos, a la socialización y las relaciones humanas. La comunicación entre los mismos docentes, y con los padres de familia, también es fundamental. «Creo que mucho de lo que estamos viviendo estos meses en la educación va a influir cuando regresemos a las aulas, de manera que los educadores debemos prepararnos mejor y socializar ideas e iniciativas creativas para mantener nuestro rol de puente transmisor de conocimientos y de valores».