El Papa Francisco celebró este viernes 17 su cumpleaños 85 con una docena de refugiados africanos y asiáticos que llegó a Roma desde Chipre este jueves para ser el primer grupo de personas en ser relocalizadas en Italia con apoyo de la Santa Sede.

Esta relocación de migrantes se da gracias a un acuerdo entre la Santa Sede y las autoridades italianas y chipriotas, promovido por Francisco durante su reciente viaje apostólico a Chipre y Grecia. Se espera así que hasta 50 personas de países como Siria y Camerún puedan llegar a Italia en condiciones de seguridad para iniciar una vida nueva.

Con el gesto, Jorge Bergoglio busca llamar la atención de los países europeos, ante la negativa de algunos países del norte del continente a aceptar cuotas de los refugiados que llegan a los estados del sur, como Grecia, Chipre e Italia.

La Sala del Tronetto del Palacio Apostólico fue el lugar donde Francisco recibió a los refugiados, provenientes de Congo Brazzaville, República Democrática del Congo, Camerún, Somalia y Siria. Algunos de ellos son médicos y técnicos informáticos.

En un comunicado emitido por el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, dijo: «Francisco los recibió, escuchó sus historias, dirigió palabras de bienvenida y afecto a cada uno de ellos y les agradeció su visita. En particular, preguntó por una niña que conoció en el campo de Mavrouni, en Lesbos, y que vendrá a Italia en los próximos días, junto con su familia, para recibir tratamiento.

Un regalo para el Papa

Los refugiados respondieron a esta cercanía y solicitud con un deseo de «larga vida y buena salud», especialmente sentido el día en que el Papa cumple 85 años. Su afecto se manifestó también con un regalo para Francisco: un cuadro de un refugiado afgano, que representa el intento de algunos migrantes de cruzar el mar Mediterráneo. Entonces llegó el momento de la foto, todos juntos. Finalmente, los saludos y la oración del Pontífice para que rece por él.

El apoyo directo de Francisco

Los refugiados serán apoyados directamente por el Papa, mientras que la Comunidad de Sant’Egidio se encargará de su inserción en un programa de integración de un año de duración.

Sant’Egidio, grupo cercano a la Santa Sede que ya gestiona los «corredores humanitarios» desde Líbano y Eritrea para la llegada de migrantes, se encargó también de dar el soporte a las doce personas sirias con las que Francisco volvió a Roma en su avión desde la isla griega de Lesbos en 2016.

(Con información de Vatican News)