Del martes 13 al jueves 15 de setiembre el Papa Francisco viajó a Kazajistán para participar en el Congreso de Líderes de religiones mundiales y tradicionales.

En el marco de esta visita, la mañana del jueves sostuvo un encuentro privado con miembros de la Compañía de Jesús en la Nunciatura Apostólica de Nursultán. Un momento fraternal marcado, como es habitual en los viajes internacionales, por una gran franqueza.

Según informa el P. Antonio Spadaro SJ, director de La Civilità Cattolica, revista italiana de la Compañía de Jesús que recoge íntegramente el contenido de la conversación. El encuentro duró alrededor de una hora y cuarto, y comenzó incluso antes de las 9.00 hora local debido a la llegada temprana de Francisco.

Estuvieron presentes 19 de los 25 jesuitas de toda la Región Rusa de la Compañía de Jesús, que incluye Bielorrusia, Rusia, Kirguistán y Tayikistán; Kazajistán no tiene jesuitas. El P. Spadaro informó de un «encuentro muy fraternal, distendido y franco» en el que se habló del marco geopolítico actual, siempre con un enfoque muy fuerte en la dimensión pastoral.

El P. Spadaro añadió que el Papa estuvo muy atento a las Iglesias pequeñas, pero muy dinámicas, como las de la región rusa, recomendando a los jesuitas, con clara referencia a su misión, practicar la «cercanía».

También en esta ocasión, como en todos los encuentros con los hermanos durante los viajes internacionales, lo que marcó el momento fue la libertad y la franqueza con la que cada uno habló de sí mismo y de cómo ve la situación política y eclesial, y donde con inmediatez surgieron los sentimientos también de la gente, hacia el Papa.

Una palabra clave en la reunión fue «ecumenismo», fundamental en esta región asiática donde los católicos siguen siendo una minoría.

(Con información de Religión Digital)