En este Año Ignaciano, los jesuitas de la provincia de España ofrecen unas fichas concebidas como ayuda para la oración personal y la conversación espiritual.

Las fichas, que se entregan mensualmente, se presentan en clave de espiritualidad ignaciana y se abordan desde las vivencias de Ignacio de Loyola.

Hasta el momento se han trabajado cuatro temas:

  1. La conversión de San Ignacio. La herida que Ignacio sufre en Pamplona supone una quiebra de lo que era su proyecto vital. Una crisis brutal que trae consigo una oportunidad: acceder a dimensiones internas de nuestra persona que nunca conoceríamos si no fuésemos “interrumpidos”. 
  2. El camino: la conversión como proceso espiritual. Para san Ignacio, Dios «es el que mueve». Esta afirmación de una de sus cartas casi al final de su vida, en 1555, resume cómo entendía la experiencia de fe. El deseo final que se repite en su epistolario es que Dios quiera «mover eficazmente el corazón». En Dios, y con Él, andamos y, por eso, hay que aceptar «la peregrinación en que Dios nuestro Señor nos ha puesto para que caminemos a la celestial patria»
  3. La transformación personal: dónde me queréis llevar… Confesémoslo abiertamente. La mayoría de las veces no resulta nada fácil ni grato dejarse llevar. Preferimos determinar nosotros mismos el camino a seguir conforme a nuestros propios objetivos e intereses. Ser agentes de nuestro propio deseo.
  4. Heridas y reconciliación. Este año ignaciano puede darnos luz sobre nuestras parálisis, esas heridas actuales que todos vivimos, ocultas o desveladas, para ‘bajar’ a ellas y que el amor de Dios, solo su amor, las vaya curando para ‘levantarnos’ reconciliados con nuestras ‘camillas’.

Les compartimos los enlaces a las fichas:

(Con imágenes e información de Ignatius 500)