El 13 de octubre se cumplieron 72 años de la fundación de la comunidad jesuita y la Parroquia Virgen de Fátima de Santa María de Nieva (Condorcanqui, Amazonas). Con motivo de esta celebración se realizó la Misa de Fiesta Patronal. Compartimos la homilía escrita y leída por el P. David Samaniego SJ.

Jueves 13 de octubre 1949

«A las tres de la tarde atracamos en Santa María de Nieva en el puerto de don Gerónimo Roldán. Esperan formados todos los niños y niñas de la escuela con su maestro don Julio Núñez al frente de ellos.

En cuanto divisan que ondea la bandera en la popa de nuestra canoa enseguida se dan cuenta de que es el padrecito el que viene y bajan inmediatamente al puerto.  Poco después llega doña María Torres Pacífico, la mujer de don Roldán y los demás moradores del pueblecito que vienen a saludar al P. Martín Cuesta y el hermano Salegui. A los pocos minutos de atracar y cambiar las primeras impresiones se presenta también la balsa con el resto de la carga. Provisionalmente nos acomodamos en el cuarto de la escuela que está desocupado.

Todos los vivientes hispanos y aguarunas presentes reciben con gran regocijo y entusiasmo la noticia de nuestro establecimiento definitivo aquí en el Nieva y de todos los planes que traemos de escuela aguaruna y de gran provecho para este incipiente pueblo de Santa María de Nieva».

Diario de la comunidad jesuita de Santa María de Nieva.

Formamos parte de la familia de la Compañía de Jesús, ella es el resultado de los sueños de un grupo de siete estudiantes de la Universidad de París que, en 1534, a iniciativa de Ignacio de Loyola decidieron ir a Tierra Santa a poner su vida al servicio de Jesucristo. No habiendo logrado llegar a Jerusalén, decidieron ponerse al servicio del Papa, decisión que condujo a la fundación de la Compañía de Jesús en 1540.

Y les dijo «Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación» (Cf. Mc 16, 15)

72 años después de la llegada del P. Martín Cuesta, un 13 de octubre de 1949, nos reunimos en la parroquia Virgen de Fátima para manifestar nuestra devoción a María la Madre de nuestro salvador Jesucristo. Y, a agradecer que, a imitación del P. Cuesta un grupo de vecinos junto a nuestras autoridades, nos trajeron de regreso la celebración de la fiesta patronal, luego de un año de pausa a consecuencia de la pandemia el año 2020. Quiero mencionar al P. Aníbal Oyola, párroco de nuestra iglesia virgen de Fátima, al P. Carlos Quintana, Hno., Silvestre, comunidad de religiosas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y Religiosas Siervas de San José. Agradecemos a los señores, Paulo César Tuesta Mendoza, Omar Criollo, Isaías Pintado, ingeniero Espinal, Hugo Samaniego, Silvia Samaniego, Karla Atalaya, Ani Uriarte, la profesora Gladis, los esposos Rosa y Jackson Coronel, Hilbert Saavedra, Luis Taijín. Instituciones: Municipalidad Provincial de Condorcanqui, Gerencia Sub Regional, Red de Salud, Subprefectura, UGEL-C, PNP. Comerciantes y donantes. Comisiones, procesión: Cornelio Mendoza y equipo. Omar Criollo y equipo. Verónica Wipio, Liliana Flores, Ani Uriarte y equipo. Misael Tsejempo y equipo. Familias, entre ellas la familia de la licenciada Marveli, familia Coronel. Comisión de cine infantil. Comisión de representación de la llegada del P. Cuesta. Comisión de Adoración al Santísimo. La suma de voluntades y la coordinación con vecinos e instituciones nos permitieron concretar con satisfacción las actividades religiosas, culturales y deportivas del programa patronal.

Tengamos presente a nuestro país, nuestra provincia, nuestro pueblo de Santa María de Nieva, nuestras familias y nuestras vidas. Que María en su infinita bondad interceda ante su hijo por cada uno de nosotros. Invoquemos a Dios por nuestros seres queridos que nos dejaron en estos últimos años o a consecuencia de la pandemia 2020-21.

Nuestra mirada de fe de la festividad en honor a la virgen de Fátima nos posibilita mirar a María como mujer que alaba y cuida de las culturas. Como la Nugkui awajún Madre del Señor que viene a visitarnos para acerca a Dios su creación. María Nugkui nos enseña el camino hacia su hijo Jesús. María Nugkui nos conduce a Jesús. De la mano de María Nugkui, revisemos la historia de Santa María de Nieva, primero, como acontecimiento español del siglo XVI y segundo, como refundación de los jesuitas, como puesto de misión, a mitad del siglo XX.

Fundación de Santa María de Nieva

Según el P. José Martín Cuesta fue el capitán Juan de Salinas Loyola, primo hermano de San Ignacio, quien saliendo del primer asiento Santiago de las Montañas en Jibarra, en los últimos días de julio de 1558, fundara Santa María de Nieva, antes de embarcarse para pasar el pongo de Manseriche y descubrir todo el bajo Marañón y el Ucayali. Para el P. Cuesta, el 5 de agosto pudo estar en la ribera izquierda del río Nieva; y hacer la fundación en un alto de su confluencia con el Marañón, de tierra firme y compacta, donde no puede haber derrumbos, ni por el lado del Marañón ni del Nieva, defendido por unas peñas. Continúa el P. Cuesta, el sitio que escogió Salinas para fundar su Santa María de Nieva es seguro y vistoso.

El P. Cuesta, infiere que los trozos de tejas que encontró en 1950, al abrir las zanjas para la construcción de la iglesia, constituiría una prueba fehaciente de que allí había estado el asiento de Santa María de Nieva de Juan de Salinas Loyola, que perduró varios siglos. Quizá más de uno pueda preguntar por qué escogería este nombre de Santa María de Nieva. Posiblemente por alguna de estas dos razones: porque el mismo capitán Salinas hubiera vivido algún tiempo en España, en una villa que lleva el mismo nombre o porque alguno o algunos de sus capitanes o soldados hubieran nacido en ella.

Según el P. Cuesta, por la premura del tiempo, es fácil suponer que Salinas permaneció unos cuatro o cinco días aquí. Luego de la fundación que pudo muy bien hacerla el 5 ó 6 de agosto de 1558 partió río Marañón abajo. En los días que Salinas permaneció en Nieva tuvo tiempo para realizar cuanto le correspondía, como Gobernador y Justicia mayor, en la formación del Cabildo y nombramiento de las primeras autoridades de Santa María de Nieva, y en hacer el reparto de encomiendas, entre los 27 vecinos fundadores de dicha ciudad.

Vecinos fundadores de Santa María de Nieva

El mismo Salinas en su 1ª relación de 10 de junio de 1571 refiere quiénes fueron los primeros fundadores de esta ciudad entre quienes se repartieron las tradicionales encomiendas de Indias.

1. Gerónimo Maraver. 2. Juan de Salinas Peña. 3. Asencio Vello. 4. Alonso Díaz Deza. 5. Alonso Melgarejo. 6. Juan Amado. 7. Pedro Descobar. 8. Alonso Fernández. 9. Juan Adán. 10. Juan de Cabrera Barrera. 11. Diego de Serpa. 12. Juan de Bustamante. 13. Antonio de Pereyra. 14. Bartolomé Méndez. 15. Pedro Alonso. 16. Pedro Sánchez. 17. Alonso Hernández. 18. Bartolomé Sánchez. 19. Juan Gómez Marín. 20. Juan de Saldaña. 21. Alonso de Tolosa. 22. Juan Gonzales. 23. Alonso Pérez. 24. Pedro Esteban. 25. Hernando de Buitrón. 26. Damián Pérez. 27. Hernando de Solís.

Indudablemente a todo el que visita el Nieva, le impresiona gratamente el lugar por su panorama y por sus perspectivas halagüeñas de perdurar. Esa misma impresión recibió Salinascuando lo contempló por primera vez. “Es tierra y pueblo que permanecerá por ser rica y tener las partes que se requieren”.

Re- fundación de nieva (Fundación de la Misión de Nieva)

Al cabo de tres visitas se decidió la fundación de la Misión de Santa María de Nieva. La primera, realizada por el P. Cuesta fue el 13 de diciembre 1946. Un año después, el 17 de enero de 1947, a las 11 a.m., el P. Cuesta desembarcó en Santa María de Nieva. Posteriormente, el 21 de agosto de 1948 regresó a visitar el Nieva, esta vez en compañía del Prefecto Apostólico R.P. Ignacio García Martín S.J. para determinar dónde convenía abrir el primer puesto misional con los Aguarunas. Finalmente, el 13 de octubre de 1949, a las tres de la tarde, el P. Cuesta llegó a Nieva, acompañado del Ho. Salegui para hacer la fundación definitiva de la nueva Santa María de Nieva.

Cuenta el P. Cuesta: «El Señor quería que nuestra llegada al Nieva, fuera al día siguiente 13, consagrado a la Virgen de Fátima. Al día siguiente busqué una casa-chocita, donde pudiéramos instalarnos con cierta comodidad, hasta tanto construyéramos la nuestra. Dios quiso que encontrara una desocupada, […] Cuando el dueño lo supo el domingo siguiente 16 se alegró mucho de que ocupáramos su casita y ni que decir tiene que no nos quiso cobrar nada por su alquiler. Se llama Cenobio Lozano». Unos días después el 28 de octubre de 1949, el P. Cuesta hizo de conocimiento público el trabajo que venía realizando a través de una publicación en la revista “de nuestra vida” escrita desde Santa María de Nieva, con el título “Se abre un nuevo puesto misional en Santa María de Nieva”. La carta que fue dirigida al entonces Viceprovincial del Perú R.P. José Torrijos, en resumen, decía lo siguiente:

            “Muy amado en Cto. R.P. Viceprovincial: El pasado 21 le mandé a V.R. por Borja el siguiente telegrama, que supongo recibirá: Fecha trece octubre Misión San Javier Marañón abrió puesto misional Santa María de Nieva. Trabájase activamente construcciones necesarias para obra misional. Sírvanse notificar Señor Ministro efectos consiguientes”.

Evangelización, investigación y educación

La atención pastoral sacramental, educativa y social de la Misión del Alto Marañón, hunden sus raíces en la experiencia misionera de los jesuitas del siglo XVII y XVIII. Esta, partió con el conocimiento del idioma para elaborar catecismos en lengua aguaruna, además de estudios de corte sociológico y antropológico. Para conocer quién es, cómo vive y en qué cree el pueblo aguaruna el P. José Luis Jordana escribió «Mitos e historias aguarunas y huambisas de la selva del Alto Marañón» (1974), José María Guallart, «El mundo mágico de los aguarunas» (1980); «Entre Pongo y Cordillera» (1990), «La tierra de los cinco ríos» (1997); «El Vicariato de San Francisco Javier del Marañón» (1999) y Jaime Regan, «Hacia la tierra sin mal: La religión del pueblo en la Amazonía» (1993). Por otro lado, Manuel García Rendueles, elaboró una completa compilación de cuentos «Duikmun…antiguamente…tradición oral de los aguarunas» (1977); Yaunchuk, «los mitos de los huambisas II» (1999) y Jaime Regan un «Diccionario Aguaruna-Castellano» (1993), además de escribir diversos artículos relacionados con el tema.

Actualmente, los jesuitas del Alto Marañón acompañan la misión desde la parroquia virgen de Fátima. El área educativa comprende el proyecto Horizontes, y el Instituto Fe y Alegría. El área social, la ONG para la promoción e investigación “SAIPE” y radio Kampagkis. El área pastoral comprende la pastoral sacramental, el Centro Cultural “Francisco Rodríguez Conteras-Pancho Kapantu”, el Centro de Espiritualidad Tunaants y la Pastoral Indígena. Finalmente, comprende los puestos de misión de Villa Gonzalo en el río Santiago, con el catequista Cirilo Serekam. Huampami, en El Cenepa con presencia de las Hermanas misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, y Chiriaco, con presencia del P. Wilmer Fernández encargado de la parroquia y las hermanas Siervas de San José, a cargo del colegio internado Fe y Alegría 62 en Wachapea.

De 1949 a la fecha, muchos hombres y mujeres se han sumado a esta noble misión:

  • P. Martín Cuesta. Hno. Valentín Salegui. P. Carlos Purón. P. José Ma. Gil Rubio. P. Bernardo Betancour. P. Javier Purón. P. Manuel García Rendueles. P. Rogelio Martínez. P. Ubaldo Ramos. Hno. Santiago Lafuente. Hno. José Ma. Escrivá. P. José Ma. Garín. Hno. Gregorio Garmendia. Hno. Felipe Nevado. Hno. Luis Fariñas. P. Martín Cuesta. P. José Hernández. P. Gonzalo Puerta. P. Antonio Hornedo, P. Francisco Rodríguez Contreras. P. José María Guallart.  P. Carlos Riudavets.
  • Hno. Silvestre Fernández. P. Fermín Rodríguez Campoamor. P. Fernando «Pacho» Roca. P. Evaristo Odar Alburqueque. P. Carlos Quintana. P. Aníbal Oyola Vela.

Nuestra historia de salvación tiene desarrollo en un mundo creado y dado en administración. Estamos invitados a cuidarla, trabajarla y compartirla. Awajún, wampís e hispanohablantes, formamos una familia, la familia de Cristo, nuestro salvador quien en la cruz nos dio a su madre: “Mujer ahí tienes a tu hijo. […] ahí tienes a tu madre” (Jn 19, 26-27). «Se trata de María “la que escucha y recibe” la Palabra, la que “ofrece” generosamente al Padre el Hijo convertido en “varón de dolores”, la que siente nacer en su corazón silencioso y pobre, la Iglesia de la misión y profecía». (E. Franco Pironio). Se trata de María la madre de Dios, la que, en 1917, en Cova de Iría, se apareció a unos pastorcillos que la escucharon, creyeron y respondieron con su vida. Llevados de una fuerza sobrenatural, ellos imitaban sus gestos y repetían sus palabras: «Recen mucho, ofrezcan oraciones, pidan por la conversión de los pecadores». Insistió:

  1. Rezar el rosario hasta que logremos la paz y el fin de las guerras.
  2. Que transmitamos que su inmaculado Corazón es el refugio y Camino que conduce a Dios.

Lucía y sus primos Francisco y Jacinta Marto nos comparten su experiencia de fe. Que en palabras de Jesús se traduce: «En aquel tiempo, hablando Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños» (Matero 11,25).

P. David Samaniego, SJ