Del 4 al 9 de julio se celebró en la Curia de Roma el encuentro de Hermanos jesuitas con la asistencia de casi 40 hermanos de todo el mundo.

En la reunión se propusieron temas de reflexión, momentos de oración e intercambios. Se habló de la formación jesuita para los Hermanos y de formas de promover vocaciones a la Compañía. Se trató de ver más claramente lo que significa, para un Hermano, su participación en una comunidad apostólica. Y, ya hacia el final, se intentó identificar las vías por las que los hermanos podrían mantener y mejorar la comunicación entre ellos.

El primer día, el P. General Arturo Sosa SJ tuvo unas palabras cercanas de acogida en la que invitó a los hermanos a rezar su vocación, después se reunieron por grupos y se expuso el diálogo en la asamblea para terminar el día con una Eucaristía presidida por el General.

El martes trabajaron el tema de la formación junto al delegado de formación Mark Ravizza SJ. Los hermanos se sintieron muy identificados con su propuesta que luego trabajaron.

El miércoles trabajaron trabajaron diversos temas durante la mañana, por la tarde visitaron lugares Ignacianos de Roma: el Gesù, las camaretas y la Iglesia de San Ignacio.

El jueves trabajaron el tema «la historia de los hermanos en la Compañía» que expuso brillantemente el Hno. Wenceslao Soto SJ para luego ver «el hermano hoy en día», expuesto por el hermano de Filipinas Pioquinto. Como en otras ocasiones, luego lo llevaron a la oración y a grupos pequeños para discernir y compartir en la plenaria. El Hno. Wenceslao aprovechó la estancia de los hermanos para enseñarles el archivo y las cuevas de la curia.

El viernes los jesuitas americanos expusieron cómo trabajan la pastoral vocacional de los hermanos  y por la tarde el Superior de la casa, el P. Benoit, les habló sobre el reciente cambio en el derecho canónico sobre la posibilidad de que los hermanos sean superiores en ordenes clericales.

El sábado recogieron todo lo vivido y trabajaron por grupos de asistencia la posibilidad de seguir avanzando, por último expusieron lo trabajado al General, quien les hizo una devolución.

Finalmente, el 10 de julio, el Papa Francisco quiso hablar a los hermanos, se presentó en la Curia y comió con ellos y la comunidad.