Ante la crítica situación que atraviesa el pueblo venezolano, la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe – CPAL, junto con las universidades Antonio Ruiz de Montoya, de Lima, y Católica Andrés Bello, de Caracas, organizaron el “Seminario Internacional Búsqueda de Alternativas Políticas a la Crisis Venezolana” en la ciudad de Lima, entre el 4 y el 7 de marzo.
“El dolor y la miseria creciente del pueblo venezolano, dentro y fuera de su país, nos entristece y nos interpela. Somos conscientes de que las causas que han llevado al deterioro de la democracia y las condiciones de vida del pueblo venezolano son de vieja data en Venezuela; con todo, la actual situación de miseria y quiebre de la institucionalidad de la democracia es éticamente intolerable y políticamente insostenible”, expresa el mensaje que firma el P. Roberto Jaramillo SJ, Presidente de la CPAL, a nombre de todos los participantes del Seminario.
Más de cincuenta personas, entre ellos 19 jesuitas, de distintas áreas profesionales y académicas, dedicaron ese tiempo para intercambiar información y perspectivas analíticas, buscando alternativas y salidas políticas a la crisis actual.
“Valoramos el interés de la comunidad internacional y sus iniciativas para ayudar al pueblo venezolano en la superación de la crisis. Creemos y defendemos expresamente el principio fundamental de la autodeterminación de todos los pueblos de la tierra. Por eso, afirmamos que la ayuda que se requiere para la solución de los problemas actuales de Venezuela amerita que las medidas de presión que se ejerzan desde el exterior deben ser pensadas de manera que no causen más daño a los que sufren y son afectados por el mal que se pretende corregir. Éticamente no es correcto ni bueno combatir un mal con otro mal que signifique empeorar la situación de miseria, exclusión y explotación de los pueblos, especialmente de los pobres e indefensos” dice el mensaje publicado hoy.
En su mensaje, los jesuitas hacen énfasis en su compromiso de continuar y reforzar el trabajo de acompañamiento, defensa, promoción e integración de los migrantes venezolanos en todos los países de América Latina; en la urgencia de reforzar “el sujeto humano” de los venezolanos para saber resistir y vivir estos tiempos de crisis bajo el signo de la solidaridad y de la esperanza; y en la necesidad de tener “una comprensión cada vez más fina y completa de la realidad venezolana a través del trabajo de investigación, publicación, divulgación, enseñanza y formación para contribuir a reducir la desinformación, los prejuicios y la polarización que existe en la opinión pública y generar una auténtica solidaridad”.
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