¿Qué impacto tiene el Covid-19 en nuestros apostolados? ¿Qué pasa con las Preferencias?, ¿están avanzando? Estas son algunas de las preguntas que el Consejo Ampliado (Consiglio allargato) del Padre General discutió durante la segunda semana de junio. Esta edición se celebró íntegramente online del lunes 8 al viernes 12 de junio, dividiéndose en tres reuniones de grupos geográficos cada día: América, África-Europa y Asia, según los husos horarios. Durante la sesión plenaria diaria, se compartieron los frutos del trabajo de los grupos geográficos y se hicieron sugerencias para la oración personal.

“Estos días nos han confirmado la riqueza de la misión que hemos recibido a través del Papa Francisco al entregarnos las Preferencias Apostólicas Universales como la hoja de ruta para lograr la unidad del cuerpo y dar lo mejor de nosotros al servicio de la misión que el Señor encomendó a su Iglesia”, dijo el Padre General.

“Volver sobre las PAU en medio de los sufrimientos de tantas personas en todo el mundo y la incertidumbre sobre el futuro de la humanidad nos ha mostrado nuevas facetas de lo que el Espíritu y la Iglesia nos están pidiendo a través de ellas”, añadió el Padre General. “Hemos entendido mejor la profunda interrelación entre ellas y cómo todas juntas pueden renovar nuestra vida-misión. Hemos tomado renovada conciencia de la necesidad de la colaboración y de nuestra responsabilidad de cuidar de nuestros compañeros y compañeras en la misión.”

La crisis del coronavirus plantea una de las preguntas más existenciales de nuestro tiempo: “¿Dónde está Dios? ¿Le importamos a Dios?” En el Reino Unido, una de cada veinte personas (5% de los adultos) empezó a rezar durante la crisis, aunque nunca antes había rezado. Esto muestra lo relevante que es la fe en esta época de crisis. ¿Cómo estamos ayudando a la gente a encontrar a Dios en medio de esta pandemia?

El Papa Francisco, en una entrevista transmitida el 22 de marzo, cuando se le preguntó cómo llegaría a la gente, dijo: “Lo último que haría es decirles algo … lo que he tratado de hacer es hacerles sentir que estoy cerca de ellos. Hoy en día, el lenguaje de los gestos es más importante que las palabras”.

Durante la reunión, se hicieron preguntas estimulantes sobre nuestro acompañamiento y nuestra cercanía a los pobres. Por ejemplo, “¿Pueden nuestra Provincia, nuestra Conferencia y la Compañía realmente escuchar la llamada de los pobres?” “¿Qué podemos hacer respecto a nuestros privilegios?” “¿Estamos encerrados en el cuarto de arriba por miedo, o nos quedamos dentro por prudencia?” “¿Qué pasa en nuestros corazones?” “¿Estamos ofreciendo un mensaje de esperanza?” “¿Estamos escuchando realmente a los pobres?”

En una entrevista con Austen Ivereigh, el Papa Francisco dijo: “El pueblo de Dios necesita que sus pastores estén cerca de ellos, no que se sobreprotejan. El pueblo de Dios necesita que sus pastores se sacrifiquen”. Otra cita del Papa: “El padre Arrupe solía decir: ‘Donde hay dolor, la Compañía está presente’. Dondequiera que haya sufrimiento, nos afecta, porque es el Señor quien es crucificado, el mismo Señor que pedimos que se pusiera junto a él”.

¿Cómo luchan los jóvenes y cómo los acompañamos? Muchos de ellos habrán perdido su empleo. Son particularmente vulnerables debido a su reciente entrada en el mercado laboral. Pero muchos también se sentirán frustrados por el sistema económico; saben que quieren un cambio. ¿Cómo podemos acompañarlos para discernir lo que hay que hacer para enfrentar este cambio, no sólo para dar rienda suelta a los sentimientos de frustración, sino también para actuar realmente para el cambio de una manera que sea eficaz y que dé frutos?

En la agenda del Consejo figuraba también revisar la situación ecológica y el cuidado de nuestro hogar común. Mauricio López, uno de los invitados, dijo que “para aquellos de nosotros que creemos en Jesús, el momento presente ofrece la oportunidad de presentar la esencia de nuestra experiencia como frágiles discípulos y pecadores redimidos del Reino de Dios, aquí y ahora”.

Todo el proceso ha sido una invitación a reformar nuestra realidad, paso a paso, aquí y ahora: esta es nuestra esperanza.

Durante este encuentro encontramos mucha consolación y sentimos que el Señor está caminando con nosotros – paso a paso. El Espíritu es creativo e incluso en este tiempo de sufrimiento, la Compañía ha sido abundantemente bendecida.